Idioma

domingo, 28 de julio de 2013

CAPITULO 38

Hola chicaaas!!! Buenoooo cuantos comentariossss :):) Pronto hay algo Laliter, yo solooo avisoooo!!! Cuidado con estas tres que se las traen (Rochi-Lali-Euge) ;) Gracias por los comentarios un besoooo!!!!

—Óyeme —se quejó mi prima —Cosas peores han tocado tus labios…

—Tu prima es más cosa que tocar a esa… teñida y hueca de María. Y quien sabe cuántas huecas más —me acusó la morocha.


—No soy una cosa —dijo Rochi entrecerrando los ojos.


  Lali me miraba asesinamente, mientras que yo me la comía con la mirada. Rochi estaba concentrada en decirme algo, pero aun no lo hacía.

—Chicos, chicos ¿Por qué no nos calmamos un poco? —dijo Euge. Los tres nos giramos a verla. Asentí con la cabeza y volví mi mirada a Lali.

—De verdad estoy dolido —le dije y volví a tocar mi pecho —Jamás me lo imaginé de ti, de ti que te veías tan correcta.

—Y ahora la vez incorrectamente deseable, ¿verdad?—dijo Rochi—Hagamos un trato primo, te consigo una noche con ella y me cedes tu cuarto.

—Echo —le dije sin siquiera vacilar.

—Óyeme, ¿Acaso mi dignidad vale menos que una buena cama? —le preguntó Lali sin poder creerlo.

—Por mi pobre espalda si —le dijo la rubia.

—Esa no es manera de convencerme Rochi—dijo la morocha.

—Y tampoco creo que sea la adecuada —acotó Euge.

—¿Lo ves? Eso se llama ser amiga —dijo Esposito y se acercó para abrazar la chica de anteojitos.

—Está bien, está bien —dijo mi prima —Mmm, ¿Qué tal un beso?

La morocha la miró fijo por unos cuantos segundos. Soltó un leve suspiro y me miró.

—Está bien —le dijo y se puso de pie. Se acercó a mí. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca se puso en puntas de pie. Sus labios rozaron los míos —¿Puedes agacharte un poco? No llego.

  Bobamente obedecí a su petitorio. Me incliné y choqué despacio contra sus labios. Y cuando intenté mover mi boca, para obtener un poco más de ello, se alejó —Listo, su cama ya es tuya Rochi.

—Pero, ¿Acaso yo no tengo poder de palabra?—pregunté.

—Ese es el máximo grado de intimidad que lograras conmigo, Lanzani —me dijo la morocha.

—Peter, lleva mis valijas al cuarto ¿si? —dijo mi prima.

—Yo creo que es Justo —habló Euge.

—¿Acaso tú solo hablas para hundirme? —le pregunté—¿Por qué me odias? No, no es 

Justo. Ese no fue el trato Rochi. ¿O me das una noche con ella o no hay cama?

—Lali, ¡por dios! Dale lo que pide —le rogó.

—No, ya te lo dije. Mi dignidad vale más que una cama.

—Por favor, amiga. Por favor —le suplicó poniendo su mejor cara de sufrimiento.

  Quizás lo consiga, y al fin obtenga mi noche con la morocha. De solo pensarlo ya me emociono más de lo que debería.

  Todos observamos como Lali miraba fijamente a Rochi, de seguro estaba pensando en como decirle que no, que ni loca lo haría. Hasta que se giró a verme.

—¿Sabes Peter? Pensé que eras un caballero... no se creo que fue una mala impresión. Después de todo siempre te has mostrado generoso y respetuoso para con los que quieres, y como Rochi es tu prima... tu única prima por lo que he oído, y por como ella habla bien de ti y lo mucho que te ama, pensé que el sentimiento era mutuo. Pero no... si la amaras y fueras un caballero le cederías tu cama. Creo que me equivoqué contigo —dijo y apoyó su mano sobre su pecho.

Entrecerré mis ojos y la miré fijo por unos cuantos segundos.

—¿Sabes que ese es un chantaje muy barato, verdad?—le dije. Ella sonrió.

—¿Funcionó? —me preguntó. Suspiré levemente.

—Si, funcionó —tomé las valijas de mi prima —¿Están son todas?

—Si primito lindo. Muchas gracias, te adoro, eres un encanto —me dijo ella. Miré a la morocha.

—Me debes una —le dije mientras caminaba.

—Cuando quieras —dijo ella y las tres rieron divertidas.

Yo creo que de verdad está intentando volverme loco. Ella de seguro quiere jugar conmigo. 

  Acabo de conocer a la verdadera Lali Esposito. Del mismo material que mi prima, fue hecha solo para volverme loco. Aunque si debo admitir que Lali tiene algo que Rochi no.

Sabe cuando decir que no, y dejarlo muy en claro. Sabe como enredarte y hacerte desear. 

Sabe cómo dar en el blanco y sabe cómo hacerte sentir un imbécil.

  Dios mío, creo que me saqué un boleto directo al infierno. Un boleto a la locura y a mi perdición. Pero ella no va a poder conmigo, ella va a terminar rendida a mis pies. Eso se los puedo asegurar.

  La semana pasó bastante lenta para mi gusto. Aunque algo divertida debo admitir. Gastón intentó seducir a mi prima, y el terminó siendo el seducido. No deja de hablar de ella, ya me tiene loco.

  Mientras tanto Nicolás está haciendo todo lo posible por averiguar cosas sobre su angelito diabólico. Estos chicos ya cayeron más bajo de lo que yo creía. Ambos parecen unos idiotas detrás de unas faldas complicadas.

  El timbre de salida sonó, hoy es viernes. El bendito viernes. Hoy tendría mi conquista de la semana. Y ahora tenía que verme con ella, para arreglar unas cositas.

—¿A dónde vas tan apurado? —me pregunto Rochi.

—Tengo que hacer unas cosas —le contesté.

—Oye, ¿no te enojas si hoy vienen a dormir Lali y Euge?—dijo ella.

—No, no hay problema. Hoy saldré —dije. Ella sonrió.

—Perfecto primito, te veo luego —besó mi mejilla y apuró su paso.

  Salí de salón y divisé a Paula a unos metros de allí. Con discreción me acerqué a ella y le hice un gesto para que fuéramos al gimnasio.

Cuando estuvimos ahí caminamos hasta detrás de las gradas que estaban allí.

  Ella sonrió pícaramente y tomó mi corbata para cercarme a ella y comenzar a besarme. La miré bien, mientras nuestras bocas se unían.

  Pero entonces pasó de nuevo. La que estaba frente a mí no era Paula, era Lali. Sus manos se colocaron alrededor de mi cuello y me acercó más a ella. Instantáneamente mis ojos se cerraron y la apreté más contra mí. Como me gustaba besarla, como me gustaba sentir su lengua sobre la mía. Como me gusta Lali…

  Bajé una de mis manos hasta el final de su corta falda. La levanté con cuidado. Ella se alejó un poco de mí.

—Espera Peter, estamos en la Universidad —dijo agitada.

  Esa no era la voz, ni el olor de Lali. Y al alejarme el espejismo se desvaneció y el encanto se perdió.

  Ella me dijo algo, y no escuché lo que dijo. Solo acerté a asentir con la cabeza. Se acomodó la blusa y la falda. Me iba a volver a besar, pero me moví y el beso frío apenas alcanzó la comisura de mis labios.

—¿Qué sucede? —me preguntó.

—Nada cielo, ve tranquila —le dije y me alejé más de ella. Ella frunció el ceño.

—¿Sabes? He notado que a todas nos dices cielo, linda o dulce. Pero solo le dices cariño a Lali.

—No, eso no es así —dije.


33 comentarios:

  1. nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove

    ResponderEliminar
  2. me encanta sube otro cap

    ResponderEliminar
  3. otro capitulo x favor

    ResponderEliminar
  4. mas mariaaaaaa , sube otroooooo!
    paula tiene razon peter solo le dice cariño a lali
    beso

    ResponderEliminar
  5. Soy adicta a tu novela! Jajaja muy buen capítulo! Más por fa!

    ResponderEliminar