—Porque me besaste —dijo con odio.
—No veo donde esta lo malo —me hice el desentendido.
— ¡Se supone que tú y ella son novios! —Dijo indignada —O
por lo menos eso es lo que ella ha contado durante toda la semana a todas las
mujeres de la escuela para que no se te acerquen más. ¡Y vienes tú y me besas!
En verdad yo no quería problemas y vengo y me topo contigo. Sabía que me darías
dolores de cabeza apenas te vi —dijo con resentimiento.
—Es su problema, yo en ningún momento le pedí que fuese mi
novia —le contesté al instante.
—Yo no sé, ni me interesa que clase de relación sostienes
con esa loca. Pero por favor mantenla alejada de mí. No sé porque, pero solo
ver su rostro me exaspera. Es una rubia teñida que al parecer el tinte le ha
quemado las pocas neuronas que seguramente le quedaban —los tres reímos
divertidos —Ya le tuve que dar una lección por amenazarme con sus idioteces, no
quiero tener que…
— ¿Qué clase de lección le diste? —preguntó Gastón demasiado
interesado en la plática al igual que Nico.
La morocha se volvió a encoger de hombros.
—Nada digno de contarse —dijo poniéndose nerviosa—Ni de
repetirse…
—Ella te mira con demasiado odio —dijo Nico mientras veía a María
al otro lado de la cafetería con sus amigas, las cuales no quitaban la vista de
nosotros ni por un minuto. Lali se encogió más.
—Yo también odiaría a la chica que me hiciera lo que yo le
hice a ella —su voz era apenas audible debido a la vergüenza que sentía de sus
acciones.
— ¿Le pegaste? —pregunté sin poder creerlo y ahí supe porque
María estaba así.
—Podría decirse que… si —dijo asintiendo levemente con la
cabeza.
—Creo que estoy enamorado —dijo Nico mientras tocaba su
corazón y miraba a Lali fijamente.
—La futura madre de mis hijos —aseguró Gastón mientras hacia
un ademán de grandiosidad hacia Lali, como si estuviese mostrando un producto
en televisión.
Lali terminó poniéndose completamente roja ante las
afirmaciones de mis amigos, yo me limité a patearlos por debajo de la mesa.
Ellos apenas hicieron un gesto y recobraron la compostura rápidamente.
—Lastima —soltó Gastón apenas audible.
Mi celular comenzó a vibrar, lo abrí por debajo de la mesa y
leí lo que decía mientras Gastón entretenía a Lali y Nico me miraba fijamente.
"¡No la mereces! Déjamela a mí" —pidió Nico.
Al instante le devolví el mensaje.
"Ya la bese, es mía. ¡Mantente alejado!" —respondí.
Cuando lo vi leer el mensaje gruñí suavemente, pero
suficientemente alto como para que él me escuchara.
—Lali ¿Quieres casarte conmigo cuando terminemos la Universidad ? —alcancé
a oír cuando Gastón le susurraba al oído.
Yo la tomé por la cintura y la acerqué más a mí. Pronto me
arrepentí de esto, pues ella me dio un codazo que casi me saca el aire por
completo.
— ¡Quieren dejar de acosar a Lali por favor! —les pedí a mis
amigos, respirando agitado por el golpe de ella. Me miraron con ojos venenosos,
incluida ella.
Tal vez no fue la correcta forma de expresarlo, cuando fui
yo quien la besó dos veces sin su permiso.
—Hipócrita —me acusó ella.
—No lo podría haber expresado mejor —aseguró Gastón y
Nicolás asintió a manera de aprobación.
—Hora de volver —dijo Nico y se levantó.
Ella miró el reloj en su muñeca.
—Es cierto —dijo ella y se puso de pie —Fue un gusto
conocerlos Gastón, Nicolás y… Lanzani—dijo mi nombre con resentimiento.
Yo me reí en mi fuero interno por su clara indignación
conmigo. Una chica normal estaría volviéndose loca por que la besé y se lo
estaría platicando con cada detalle a sus conocidas. Pero ella estaba molesta.
Eso me gustaba.
—Igualmente Lali —le dijo Nico.
—Cualquier cosa que necesites… estamos por aquí —le dijo Gas.
—Muchas gracias —les dijo ella y comenzó a caminar.
Los tres miramos como se alejaba.
—Te lo dije, ella no es más de lo mismo —dijo Nicolás
—Lanzani, ya tienes a María y a todas.
Déjanos a nosotros a esta chica.
—Nicolás tiene razón… no la mereces —me dijo Gastón.
—Además de que simplemente te detesta…
—Ya no tienes oportunidad…
— ¿Vas a ser un buen amigo y nos la vas a dejar?—preguntó el
pelado.
Mi mirada aun estaba perdida en la dirección en la que ella
se había ido. Había algo muy interesante en aquella morocha.
Y no era solo su particular belleza. Era su carácter… una
chica con ese carácter no es muy fácil de que encontrar.
— ¿Qué piensas? —me dijo Gas.
—Que ni loco —le dije sin dejar de mirar en la dirección a
donde ella se había ido —Ya os lo dije, es mía.
Ya te deje un comentario en el Cap Anterior!! :)
ResponderEliminarMe encanta como va la Nove!
Ademas es Graciosa!
Paola Romero
Lo se, pero esq vi tu comentario despues de escribir el capitulo :) me alegra q te guste!!
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