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sábado, 27 de julio de 2013

CAPITULO 37

Hola otra vez!! Bueno, quiero dedicar este capitulo a Sofi porque me ha avisado por Twitter que mi novela no tenia titulooo!!! Madre mia que fallo mas grande... "Peligrosa obsesion" asi es como se llama mi novela :) Quereis mas?

—Claro no, ‘tu’ Lali es perfecta —dijo Dalmau.

—Sí lo es, en lo que me concierne a mí, lo es—contesté.


—Pero tal vez no conozcamos bien a la señorita Lali Esposito —habló Nico —Algo deben esconder ese par de ojos chocolate.


  Iba silbando la 5ª sinfonía de mi amigo Beethoven por el pasillo, mientras me acercaba a mi casillero para dejar los libros allí antes de ir a la siguiente clase. Hoy debo decir que estoy muy responsable, no he llegado tarde a ninguna clase y he ido a todas.

  Debo tener algún tipo de problema, o algo en mi cerebro no está haciendo conexión. Vi como mi prima caminaba hacia mí, pero no me había visto.

—Rochi—la llamé. Ella levantó la vista y me miró.

— ¿Qué haces tontín? —me preguntó.

—Busco unas cosas —le dije y miré a su alrededor para ver si estaba Lali. Desde que se encontraron habían estado hablando y yo no tuve tiempo de agarrar a mi prima y preguntarle de dónde demonios se conocían —¿Vas a contarme de donde conoces a Lali?

—Aaaaw, juro que aun no puedo creer que ella esté aquí. Y yo que pensé que llegaría aquí para amargarme como la mejor…

—Aja, si qué bueno —dije sin mucho interés — ¿Me cuentas?

—Mmm, que interés.

—Vamos Rochi, no tengo toda la vida.

—Te cuento luego, ahora tengo que ir a clases. Te quiero —besó mi mejilla y se fue dejándome con aquella maldita intriga.

  Volví mi vista al frente y la que venía ahora hacia mí era la morocha. No podía dejar pasar esta oportunidad, tenía que saber. Me puse Justo en su camino, ella miraba para atrás sin dejar de caminar, ya que estaba hablando con alguien del cual se estaba alejando.

Volvió su vista al frente y chocó levemente contra mí.

—Auch, me asustaste —me dijo.

—Hola cariño —la saludé.

— ¿Qué quieres? —me preguntó cortante. Aun estaba sentida por lo del beso. Sonreí por lo bajo y la miré a los ojos.

—¿De dónde conoces a Rochi? —le pregunté.

  Su mirada acusadora cambió por una mirada asombrada y algo avergonzada. Apretó sus labios y luego sonrió.

—Pasado tormentoso, Lanzani. No quieres saberlo—dijo y me guiñó un ojo para comenzar a caminar y alejarse de mí.

—Si quiero saber —le dije, mientras ella caminaba. Se giró a verme y sonrió.

—No, no quieres saberlo.

Siguió caminando y me dejó con más intriga de la que ya tenía.

  ¡Mierda, tengo que saber de dónde se conocen! ¿Y qué es eso de pasado tormentoso?
Como dijo Nicolás, ¿Qué es lo que esconden ese par de ojos chocolate?

  El resto del día se me pasó bastante lento, siempre me pasa eso cuando estoy con algo que me intriga en la cabeza. Nicolás, Gastón y yo salimos de nuestra última clase y caminamos hasta el estacionamiento para irnos a nuestras respectivas casas. Me prendí un cigarrillo, y comencé a compartirlo con Nico.

—Que día —suspiró el pelado mientras soltaba el humo por la boca.

—Ni lo digas —dijo Gas mientras aspiraba el suyo.

  Entonces los tres detuvimos nuestros pasos al verlas caminar sin dejar de hablar y reír. Juro que en un momento la imagen se volvió en cámara lenta y cada movimiento que ellas hacían se veía con más claridad. Fijé mi mirada en Lali, miré el movimiento de sus labios al hablar, la forma en la que se curva su boca al sonreír. Sus largas pestañas, el blanco de su piel, la suavidad que muestran sus piernas…

¡Diablos! ¡No puede ser que aun no me haya acostado con ella!

—Creo que estamos viendo como empieza la destrucción del mundo —les dije a mis amigos.

—Yo creo que las tres hacen un lindo trío de ángeles —dijo Gastón con tono bobo.

—Yo creo que mejor nos cuidamos las espaldas—aseguró el rubio pelado.

Las tres se subieron al auto de la morocha y prendieron marcha.

Nosotros terminamos nuestros cigarrillos y también prendimos marcha a nuestras casas. 

Cuando llegué me tiré de cabeza al sillón. Realmente estaba agotado.

  Tomé el control remoto y prendí la tele. El timbre mi departamento sonó. Fruncí el ceño, 
¿Quién podrá ser? Yo no espero a nadie hoy. Caminé y abrí la puerta.

—Hola primito, gracias por darme asilo en tu hogar—dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja.

Entró con unas tres valijas y las soltó en medio del living. La miré sin poder creerlo.

—Pero Rochi…

El timbre volvió a sonar, me acerqué a la puerta y la abrí.

—Hola Lanzani, no sabía que estarías aquí —me dijo ella.

—Te recuerdo que esta es mi casa, cariño —le contesté.

—Lali, pasa —le dijo Rochi. La morocha sonrió y pasó. Se abrazaron amistosamente y se sentaron en el sillón.

¿Acaso yo estaba teniendo una pesadilla y en cualquier momento iba a despertar?

Ambas me miraron y juro que sentí miedo.

—¿Qué te pasa? —me preguntó mi prima.

—No, nada —le dije y me acerqué a la mesa de mármol que estaba allí para sentarme y comer un poco de galletas.

  Ellas hablaban en vos baja y de vez en cuando Rochi me miraba de reojo. ¡Dios mío, esto no podía ser peor! El timbre volvió a sonar. Suspiré frustrado.

—Peter, ¿puedes abrir? Esa debe ser Euge —me dijo mi prima.

—¿Me ves cara de mayordomo? —le pregunté.

—Anda Lanzani, no seas malito —dijo la morocha poniendo su mejor cara de niña buena.

  La miré fijo y asentí. Caminé hasta la puerta y la abrí. La pequeña figura de Euge me miró fijo y acomodó sus anteojos.

—Lo siento, creo que me equivoqué —dijo tímida.

—No, no te equivocaste, pasa están adentro —le dije. Ella asintió y entró.

  La pequeña Euge se acercó a las otras dos y se abrazaron dulcemente. Se sentaron y comenzaron a hablar en voz baja. Las tres giraron su vista hacia mí.

—Ya puedes irte —dijo Rochi.

—¿Qué? —le pregunté —No saldré para que ustedes trío de ninfas conspiradoras estén solas en MI casa.

Lali rió por lo bajo.

—¿Te sientes intimidado? —le preguntó ella.

—Solo me temo que incendien mi casa. Además que no tengo a donde ir —dijo y puse mi mejor cara de perrito mojado. Lali miró a Rochi y a Euge.

—No podemos dejarlo en la calle, miren su cara de perrito mojado —les dijo.

—No me ayudes Lali —le pedí.

—Okey, parece que estás sensible hoy —me dijo y volvió su vista a las chicas.

Sonreí por lo bajo y caminé hasta el pasillo.

Tenía que escuchar que hablaban, así que me quedé allí con la oreja bien parada.

—¿Y, van a contarme de donde se conocen? —preguntó Euge.

—Creo que fueron las mejores vacaciones de toda mi vida —dijo Lali.

—Si, nunca las voy a olvidar. Yo estaba en Hawái con mis padres de vacaciones —habló Rochi.

—Yo había viajado con mi padre.

—Recuerdo que ese día me había enojado con mi madre porque quería coquetear con un bailarín de salsa que había en el hotel —dijo la rubia.

—La tía Jime siempre es así —susurré.

—Baje al bar y me encontré con Lali…

—Que también yo estaba enojada con mi padre, por sus estúpidas amenazas —dijo ella.

—Comenzamos a hablar, y nos hicimos amigas. Esa noche arreglamos en salir a bailar

—Y fuimos. Pero esa noche fue un descontrol...

—¿Descontrol? —preguntó la chica de anteojos.

—Nos pusimos a tomar un poco, y luego se nos ocurrió hacer una apuesta —contó mi prima.

—Jugamos a quien seducía a más chicos en la noche—dijo la morocha.

—Había que incluir el beso, ¿verdad? —dijo Rochi. Lali rió divertida.

—Si, es verdad.

—¿Quién ganó? —dijo Euge.

—Pues claro, ¿quién va a ser? Rochi—musité.

—Lali, me ganó por tres chicos de diferencia —dijo mi rubia prima —Lo que pasa es que yo, me encariñé con uno y me quedé más tiempo del que debía. Si no era obvio que yo ganaba.

—No es cierto, igual iba a ganarte —aseguró la morocha.

  No puedo creer lo que estoy escuchando. Eso no puede ser cierto. No, no creo que sea cierto.

Estoy completamente seguro de que ambas están bromeando.

—Después Robamos una tienda —prosiguió Rochi.

—Querrás decir, ROBASTE una tienda —aclaró Lali.

—Tú me ayudaste a hacerlo, ya que no querías dejarme comprar esa bikini.

—¡Tenías una igual Rochi!

—No es verdad, esa tenía una piedrita de color que la otra no —se quejó ella.

—Luego casi quemamos el hotel —dijo la morocha.

—Casi QUEMASTES el hotel —aclaró la rubia.

—¡No! ¡Eso no es cierto! Tú también lo hiciste.

—Tú sedujiste a ese chico, el pobre de tan bobo que quedó dejó apoyado el cigarrillo cerca de una tela y casi destroza el lugar.

—¿Hace falta que seas tan detallista?

—Sí, lo hace. Luego nos anotamos en un concurso de remeras mojadas —dijo Rochi.

—Pero antes de empezar Rochi quiso matar a las demás participantes, porque todas tenían los pechos hechos y el trasero también. Nos echaron.

—Sí, malditas rameras de plástico —dijo mi prima con odio.

—Luego una noche nos hicimos pasar por una pareja de lesbianas para poder entrar a un boliche gay, sino no podíamos pasar.

—Tuvimos que besarnos delante del guardia para que nos dejara pasar —acotó la rubia.

—Sí, creo que nunca sentí tanta vergüenza en mi vida —dijo divertida Lali.

—¡Mentira! Si te encantó, hasta casi te haces lesbiana por eso.

—Sabes que a mí me gustan los hombres —aclaró ella.

—Si lo sé, te encantan.

—Y bueno, luego hicimos varias cosas —dijo la morocha.

—Atropellar a un cartero.

—Le quitamos unos caramelos a un par de niñas.

—Hasta que Lali conoció a Martínez —habló con odio Rochi—Y desde ahí, ya no volvió a ser la misma Lali busca problemas de antes.

—No, eso no es así...

—Si, si lo es... me cambiaste por un imbécil y aun estoy sentida por eso.

—Suena a que deberían tener órdenes de restricción para estar cerca una de la otra —habló 
Euge. Asentí con la cabeza, sin dejar de escuchar —No deberían estar a menos de 50 metros de cerca.

¡Dios santo, por lo menos Euge es algo sensata!

—¿Qué Euge? ¿Acaso nunca te has portado mal? —le preguntó la morocha.

—Verdaderamente… no —dijo ella.

—¡Aaay no, eso no puede ser así! Vamos a salir las tres juntas y volveremos a Euge, una chica rebelde.

—Nooo —chillé sin darme cuenta.

—Oye, ¿Qué haces ahí? —me preguntó la chica de anteojitos. Salí de mi escondite. Las miradas venenosas de Rochi y de Lali se posaron en mí.

—¿Estabas escuchando? —preguntó mi prima.

—No, yo no estaba escuchando. ¿Acaso creen que soy una chismosita? —les dije.

Las tres entrecerraron los ojos.

—Obviamente si —dijo Lali.

—No hagas preguntas, de las cuales no quieres saber la respuesta —me dijo Euge.

La miré bien.

—Con razón pones nervioso a Nicolás, tienes cara de buena, pero de seguro eres peor que estas dos —le dije. Miré a mi prima —¡Y tú Rochi! Los tíos debieron dejarte más tiempo en el internado de monjas —miré a Lali y negué con la cabeza —Y ti, de ti no me lo esperaba.

—¿Qué? ¿Qué cosa? —preguntó ella.

—Y yo que te veía como la madre de mis hijos —le dije y apoyé mi mano sobre mi pecho.

—¡Oh Dios! —dijo ella divertida —Tú solo quieres una noche conmigo, y no la obtendrás.

—Los labios que besarían las frentes de mis hijos…tocaron los de Rochi… no se si podré superarlo —dije con mi mejor cara de decepción.

—Óyeme —se quejó mi prima —Cosas peores han tocado tus labios…

—Tu prima es más cosa que tocar a esa… teñida y hueca de María. Y quien sabe cuántas huecas más —me acusó la morocha.

—No soy una cosa —dijo Rochi entrecerrando los ojos.


37 comentarios:

  1. Jajajajajajaj
    Un mate de risa el CAP
    Jajajjaja
    Mas !
    Beso

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  2. me encanta otro cap

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  3. SUBE OTRO CAPITULO XFA

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  4. me gusta mucho la nove :)

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  5. estuvo genial la declaración de peter
    quiere que lali sea la madre de sus hijos

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  6. nove nove nove nove nove

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  7. novela novela novela novela

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  8. sube otro cap hoy por favor !!!!!!

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  9. sub el cap 38 por favor

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  10. me encanta la nove .
    sube otro capitulo xfa

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  11. masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasm

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  12. jajaja ame éste capítulo!

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