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miércoles, 24 de julio de 2013

CAPITULO 29

Hola!!!!! Estos capitulos del bar tambien son muuuuy laliter pero mucho!! Ya lo vereis ;) Besos

¡Aaah, como exaspera! Y aun no puedo creer como tuve el valor de acostarme con ella, pero nunca más lo hago. Lo juro por mi hombría, que jamás me vuelvo a acostar con chicas así.


Aunque como ya dije una vez nunca hago caso de mis propias palabras.


—Es que no lo entiendo —dijo ella.

Miré de reojo a Lali, y seguía concentrada con su celular. Solté un suspiro.

—No importa María, ¿Por qué no vas a traer algo de comer? —le pregunté.

  Ella asintió y se puso de pie para ir a buscar lo que le encargué. Giré mi cabeza para mirar a Lali. Ella levantó su vista del celular para mirarme también.

—¿Qué sucede? —me preguntó.

—No soy un genio, no pongo atención en clases, pero dime por favor que no fue mi imaginación la completa falta de, ya no inteligencia, sino SENTIDO COMUN en María —le dije. Ella sonrió levemente.

—Vamos Lanzani, ¿Acaso no conoces la clase de chica que está frente a ti? No tiene ni dos dedos de frente, y se cree dueña del mundo —dijo y volvió su vista a su celular.

—¿Qué estás haciendo con el celular? —le pregunté.

—Estoy jugando —contestó sin dejar de mirar la pantalla.

—Ayúdame —le dije.

  Volvió a clavar su vista en mí, y sentí muchos deseos de besarla. Pero no a la fuerza, de besarla y que ella estuviera completamente de acuerdo con ello.

Soltó un suspiro y guardó el celular para acercarse a la hoja que yo tenía en mi mano.

  Más rápido de lo que hubiese esperado, la morocha y yo terminamos el bendito trabajo. Con personas así si da gusto trabajar y hacer las cosas.

—Gracias —le susurré cuando vimos que María entraba a la sala con una bandeja en la mano. 

  Me puse de pie y tomé la mano de Lali para que también lo hiciera. María nos miró bien, y apoyó la bandeja sobre la mesa —María, ya terminé el trabajo. Y perdón por no esperarte para hacerlo juntos, pero tengo que irme a hacer unos tramites muy importantes.

—Pero… —habló ella.

—Nos vemos el lunes en la Universidad —dije mientras empujaba levemente a Lali para que caminara hacia la puerta —No te olvides de llevar el trabajo por favor. Adiós y gracias por tu hospitalidad.

—Adiós —escuché como decía. Salimos de su casa y seguí empujando levemente a Lali hasta la moto. Ella se giró a verme cuando llegamos.

—¿Qué? —le dije.

—¿Sabes? Me dio pena —dijo. Sonreí.

—¿Quién?

—La rubia teñida.

—Cariño, no le tengas pena. Ya te dije que está loca. Ahora sube a la moto, vamos a un lugar que conozco.

—No, no quiero ir a ningún lugar contigo.

—¿Por qué no?

—Porque eres un hombre horrible, un insensible, nada te importa… ni siquiera lo que esa loca sienta —me dijo.

Sonreí y negué con la cabeza soltando un suspiro.

—Bueno, si soy todo eso. Pero vamos, me hiciste un favor ¿o no? —dije. Ella asintió —
Bueno, vamos a tomar algo. Nicolás y Gastón nos esperan allí.

—¿Y cómo se que no me estas mintiendo?

—¿Acaso crees que yo sería capaz de hacerte algo?—le pregunté. Me miró fijo a los ojos por unos cuantos segundos. Sonrió levemente.

—No —dijo negando con la cabeza.

—Aah bien, entonces hazme el favor de subir ¿si?

Ella asintió como una niña pequeña y subió a la moto, para luego yo subirme detrás de ella. 

Arranqué y manejé a través de las ruidosas calles, hasta llegar al bar.

—Oye, ¿se puede saber que fue eso de MI Lali? —me preguntó de la nada.

Sonreí divertido, mientras continuaba manejando.

—Es una forma de expresión territorial, cariño —le contesté. Ella se giró a verme.

—¿Y acaso yo soy un territorio?

—Si, mi territorio.

—En tus sueños Lanzani.

—Y en los tuyos también, cariño —dije y besé su mejilla. Ella me miró con recelo.

  Era de noche, casi las 9. La tarde se nos había pasado en casa de Martinez y María. Se bajó y miró a su alrededor. A lo lejos vi como dos personas se acercaban a nosotros. Tomé la mano de Lali y la acerqué a mí, para mantenerla segura. Hasta que reconocí quienes eran.

—Hey, ¿Qué hacen aquí? —preguntó Nicolás mientras se acercaba más y saluda con un abrazo a Lali. Ella le devolvió el gesto. Gastón también la saludó afectuosamente. Luego ambos me miraron venenosamente.

—¿No se te ocurrió llevar a Lali a un mejor lugar?—me preguntó Gastón. Me encogí de hombros y negué con la cabeza.

—Lali disculpa la falta de sensibilidad de Peter, no sé que estaba pensando al traerte a nuestro cuchitril —le dijo Nicolás.

—¿Acaso es tan malo? —preguntó ella.

Los dos lame botas confianzudos asintieron con la cabeza.

—No es lugar para una señorita como tú —dijo Gastón.

—Aunque creo amigo —le dijo Nicolás a Dalmau apoyando una de sus manos sobre su hombro y mirando a Lali —Que no hay lugar perfecto para ella.

—Aaaaw, son tan tiernos —dijo ella sonriendo levemente.

—¿Ya se cansaron de ridiculizarme frente a mi Lali?—les dije y ambos me miraron. Gastón negó con la cabeza. Le gruñí por lo bajo—Vamos, entremos. Entramos y lo primero que nos invadió fue el olor a cigarrillo. Para la hora que era el lugar ya estaba lleno de aquellos hombres que se la podían pasar horas allí dentro. Vi como Lali miraba con atención a su alrededor. Su mirada se fijó en las muchachas que estaban sentadas sobre los regazos de los que estaban jugando al truco. Se giró a verme.

—Ellas son las damas de compañía —le dije. Ella volvió a mirarlas —Pero solo se meten con los hombres mayores de 21 años. Nosotros no estamos a su altura.

—Y dime Lali, ahora que Peter es tu garrapata incomoda, ¿te agrada un poco más? —le preguntó Gastón. Ella sonrió.

—Y pues… hay veces en las que es insoportable… pero te acostumbras —dijo divertida.

—Me ama, pero esta terca en negarlo —dije yo. Nicolás se giró a verme.

—A mi me parece que el que lo niega más es otro—murmuró el pelado.

Lo miré mal y nos sentamos en una de las mesas. Lali miraba curiosa a su alrededor, como inspeccionando el lugar.

—¿Te gusta? —le pregunté. Volvió su vista a mí.

—El lugar es así como de época, pero moderno. Es lindo.

—Espera a ver cuando se ponga linda la cosa —musitó Gastón. Lo pateé por debajo de la mesa. Siseó e intentó devolverme el golpe, pero se lo dio a Nicolás. Lali rió divertida.

—Ya basta, dejen de comportarse con niños. Vamos a pasarla lindo —dijo ella.

—Así se habla cariño, así se habla —le dije.

27 comentarios:

  1. me encanto el capitulo

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  2. nove nove nove nove nove nove nove

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  3. Mas mas
    Me encanta el peter terrirorial
    Jajajajajaa
    Que tal tu martes ?
    Beso

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  4. más novela! Me encanta!

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  5. sube mas novela quiero saber que pasa con laliter

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  6. nove nove nove nove nove nove

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  7. subi mas me encanta la nove

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  8. la pareja laliter es un amor <3

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  9. sube mas nove las xfa :D

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  10. masssssssssssssssss nove nove nove nove nove nove nove

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  11. massssssssss plisssss

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  12. mas nove mas nove mas nove mas nove

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  13. Subí otro POR FAVOR!

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  14. Por qué no estas subiendo?. POR FAVOR SUBÍ MÁS :)

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  15. porq no estas subiendo la nove ??? :(

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