Tenía demasiadas ganas de ir tras ellos y enseñarles lo que
es bueno.
—Ya Hook, deja de tentarlo —le pidió Nico.
—Eres un aburrido —le dijo al afro.
—Es temprano aun… solo será un poco de diversión—insistí.
Mi amigo Dalmau, negó con la cabeza.
—Es lunes, hay que volver.
—Imagino que tienes una buena razón para despertarme tan
temprano —dije adormilado y rabioso por el sueño robado por mí amigo.
— ¡Si que la tengo! ¡Es martes y tienes que llegar a todas
las clases!—respondió Gastón recordándome mis deberes.
— ¡Ya estaba despierto! —mentí.
—Si, lo que tú digas Peter —dijo Gastón. Lo escuché subirse
a su auto —Recuerda que tenemos clase con la Sra. D, así que saca tu culo de la
cama y muévete. Tienes exactamente 20 min. Pasaré por tu casa, más vale que te
vea sobre tu moto con unas enormes gafas negras para que tapes la resaca que
debes tener y dirigiéndote hacia la institución a la que tú, con tanto cariño,
llamas el purgatorio en la tierra.
—Prácticamente ya estoy en la moto —respondí huraño.
—Por lo menos péinate y arréglate un poco —me dijo como si
fuera un niño. Sonreí por lo bajo.
—Me urge acostumbrarme a estas horas de entrada—respondí
mientras sacaba ropa del armario y entraba al baño —Por cierto Gastón…
—¿Si? —dijo él.
—Gracias —dije.
—No es nada hermano —respondió.
Corte el teléfono y terminé de vestirme. Salí del baño y
entré en la cocina para tomarme rápidamente un café. Reí por lo bajo al pensar
que Gastón ahora debía estar intentando despertar a Nicolás.
Terminé el café y tomé mis cosas. Salí de la casa y me
acerqué a mi linda moto. La única mujer que nunca me reprochaba nada.
A lo lejos vi el auto de Gastón y sin seguir dando vueltas
prendí mi moto y seguí su auto hacia la institución. Pronto llegamos.
—Gastón ¿Acaso nunca te cansas de ser tan responsable?
—preguntó Nicolás recargándose en el coche de Gas en el lugar habitual donde
nos reuníamos antes de entrar a clases, con una nota de admiración hacia su
amigo.
De alguna forma había logrado que se levantara de la cama
para llegar temprano y además había llegado a una cafetería y había traído
cafés para los tres.
El aludido solo se encogió de hombros.
—Solamente trato de asegurarme de que mis futuros socios no
sean unos completos y verdaderos inútiles —dijo quitándole importancia y
mirando distraídamente hacia otro lado para evitar las miradas de gratitud de
nosotros.
—De todos modos un día de estos te lo retribuiremos—dije
mientras sorbía un poco de café y miraba hacia otro lugar al igual que Gastón
en un intento por que la situación no se volviese más sentimental de lo que ya
estaba.
—¡Eso es un hecho! —afirmó Nicolás mientras le daba un
golpecito afectuoso a Gastón. Ciertamente Nicolás era el más afectuoso de los
tres, Gastón el responsable… y eso me deja a mí el lugar de…. Soy el patán del
grupo. Esa conclusión me hizo sonreír —¿Ves? ¡Hasta Peter esta sonriendo! Somos
tan afortunados al tenerte Gastón —dijo y le dio otro golpecito esta vez uno
más fuerte provocando que Gastón derramara un poco de su café.
—¡Genial! ¡Esta hirviendo Nicolás! —dijo cambiando la taza
de mano y secándose la otra en la ropa del pelado.
—Lo siento —dijo resignado a que valía más dejar que se
secara en él.
—Mira quien viene ahí —dijo Gas mientras prendía un
cigarrillo y hacia que Nicolás sostuviera su café —¿No fumas hoy? —me preguntó
sorprendido.
—Esta mañana me es más urgente tomarme este café para
despabilarme un poco —dije.
En ese momento el auto al que había llamado mi atención
Gastón estacionó al lado de mi moto, justo enfrente de donde estábamos nosotros
reunidos.
De ahí se bajo primero Martínez, el cual fue al otro lado
del auto y le abrió la puerta a… Lali.
Esta bajó con cuidado y tomando su bolso, le entregó una
amable sonrisa a su compañero y se dispuso a caminar dentro de la Universidad.
—¡Buenos días Lali! —le habló Nicolás.
Ella dirigió su mirada a nosotros. Sonrió levemente.
—Buenos días —saludó ella haciendo que Martínez me dirigiera
una mirada recelosa, para luego llamar la atención de ella con alguna
conversación insulsa y vacía.
—Esta bien creo que ya me despabile, dame un cigarrillo —le
pedí a Nicolás.
—Te lo terminas en el camino, ya es hora —me urgió Gastón,
mientras se adelantaba unos pasos de nosotros —Vamos, arrastren sus dormidos
culos hasta el aula.
—¿Qué le pasa a este que siempre está demasiado despierto
para mi gusto por las mañanas? —me dijo en un susurro el pelado.
—¡Escuche eso Riera! ¡Muévete!
—Amigo, lo que tú necesitas es relajarte —refutó Nico.
Gastón solo lo ignoró, no se pondría a discutir con Nicolás
cuando podía empujarlo hacia el salón.
—¡Otra vez tarde Lanzani, Dalmau y Riera! —exclamó la
maestra.
—Y si no fuera por Gastón no habríamos llegado, y si no
fuera por Nicolás no hubiésemos llegado tarde, si tan solo no se hubiera puesto
a discutir con Gastón justo antes de entrar —me quejé en un murmullo.
—¡Lanzani! ¿Qué es lo que tanto dice? —preguntó la Sra. D.
—Esta mañana luce especialmente hermosa profe, ¿Acaso se
cortó el pelo?
—Siéntese Lanzani —me ordenó con recelo.
Tomé asiento atrás de Esposito, al poco tiempo la clase me
aburrió y tiré de su pelo levemente, pero ella me ignoró, solo lo acomodó hacia
un lado. Volví a tirar de un mechón y me ignoró otra vez. Lo volví a hacer…
—Vuelve a jalar de mi pelo y te enterrare la nariz en el
cerebro Lanzani —me amenazó en un susurro.
Jajajaaja esa chica tiene carácter, me va a dar mucha risa cuando Peter se de cuenta que ella es la que lo va a reformar, eso creoooo jajajajajaja Sube mas por favor
ResponderEliminarsoy Patty
Subis masssssss hoy?????
ResponderEliminarEn un rato subo otro :) y si veo q hay muchos comentarios sere buena y os regalare otro mas!!
Eliminarsube mas
ResponderEliminarempecé a leer ayer y me encanto :D