Antes de que pudiera caminar la tomé
de la mano y la jalé hacia mí, para luego girar y que quedara debajo de mí.
— Sí, te dije amor… dije que tu
prudencia me excita más, amor. Mucho más — dije sin dejar de mirarla fijo a los
ojos.
Sus ojos volvieron a adquirir ese brillo de
hace unos instantes, sus mejillas se enrojecieron levemente y eso terminó con
lo que quedaba de mí.
— ¿Usas ese calificativo con otras… personas?
— me preguntó con recelo. Sonreí.
— ¿Celosa? – le pregunté arqueando una ceja.
— Estás matando el momento, Petercito — dijo
frunciendo levemente el ceño. Reí por lo bajo.
— Y tú solo me estás tentando cada vez más —
dije divertido.
— Solo quiero saber si alguien más fue
llamada así…
— No — le dije mirándola fijamente — Nadie
más, amor.
Ella levantó su mano y acarició mi mejilla,
para luego subir hasta mi cabello y acomodarlo levemente hacia atrás. Me
incliné hacia ella y la besé dulcemente acariciando sus labios con cuidado.
Gimió levemente, mandando a través de mí una oleada de placer. El beso dulce y
tierno se volvió apasionado e intranquilo. Necesitaba sentirla,
desesperadamente. Bajé mis manos al borde de su blusa.
— No, no y no, Lanzani — dijo agitada
soltando mis labios — Dije que no…
— Maldita, eso eres una pequeña y peligrosa
ninfa que ha venido hasta mi habitación y me ha despertado y me ha seducido y
ahora no quiere dejarme cobrar lo que debo.
— Por Dios, Peter, no han pasado si quiera 24
horas desde la última vez que lo hicimos… no puedes estar desesperado.
Definitivamente eres un ninfómano.
— Y tú te comportas como una monja — la besé
cortamente.
— Pero te encanta esta monja – dijo coqueta.
— Está bien, tú ganas. Solo porque no tengo
como contradecir aquello, es absolutamente cierto.
Me miró de manera tierna y acarició de nuevo
mi mejilla.
— Ahora, ¿me puedes dejar salir? Quiero comer
algo— me dijo.
— Delante de ti ya tienes algo para comer,
¿para qué quieres otra cosa? — le pregunté.
Ella rió por lo bajo.
— No se puede vivir de hacer el amor, Peter —
dijo mientras sin intención alguna clavaba su mirada en mi boca.
— Mmmm, esa mirada… quieres besarme ¿cierto?
– le dije y me agaché para morder sus labios.
— Tienes razón… ganas en todo. Sí quiero
besarte, y todo lo que se te pueda pasar por la mente. Pero ahora tengo hambre…
— La miré divertido. — de comida.
— Bueno, vamos a comer — dije rendido
mientras me alejaba de ella y me ponía de pie.
Tomé su mano y la levanté de la
cama — Pero luego quiero el postre.
Le gruñí y la tomé de la cintura para arrebatarle
un beso y luego la solté. Ella rió divertida.
— Traje helado — dijo con una inocente
sonrisa.
— Y te atreves a decir que soy yo quien mata
los momentos. No tienes vergüenza, amor.
— Decidí ignorar tu doble sentido — me
aclaró.
— Pero si lo divertido de eso es que te
escandalices — dije mientras ambos salíamos de la habitación.
— Oh, bebé, ya no me escandalizan tus dobles
sentidos — me dijo divertida.
Arqueé una ceja y antes de que se alejara
demasiado, la detuve y la acerqué a mí. Su espalda chocó levemente contra mi
pecho y el aroma de su cuerpo, me excitó un poco más de lo que ya estaba. Sentí
como su respiración se volvía un poco más densa.
— ¿Por qué estas tan distante? — le pregunté
al oído.
— Yo no estoy distante — aseguró.
— Sí, sí lo estás – susurré y bajé mis manos
a su vientre, abrazándola un poco más.
— Peter… - murmuró.
— ¿A qué le temes, Lali? – le pregunté y la
giré para que me hiciera frente.
Me miró fijo a los ojos y vi la inseguridad
en ellos. Aquellos ojos cautivantes estaban llenos de inseguridad.
— No quiero que… que te canses de mí.
— ¿Cansarme? – pregunté confundido.
— Tal vez… si me hago la difícil, pueda que
no me dejes tan pronto.
Eso es lo que pasa… Lali aún no entiende lo
que ella significa para mí. Tomé su rostro con mis manos y la acerqué a mis
labios.
— Estoy perdida y completamente enamorado de
ti… te necesito, te quiero. Y no creo que pueda cansarme de algo que hace latir
tan fuerte mi corazón — besé sus labios apenas — Eres la dueña de mi
corazón…puedes hacer lo que se te cante con él. Soy tuyo, maldita sea.
— Yo también soy tuya, Peter, completamente
tuya —susurró agitada y se acercó completamente a mi boca. Gruñí ante el
desenfreno de su pasión.
Sus labios abrasaron los míos y su lengua me
cautivó. Sus pequeños brazos rodearon mi cuello y entonces la alcé del suelo.
— Rodéame con tus piernas… por favor,
necesito sentirte, Lali — le supliqué soltando apenas su boca. Ella sonrió
levemente.
Sus piernas rodearon mis caderas y entonces
volví a besar su boca.
— Claro que no, Gastón — dijo divertida.
Entonces dejamos de mover nuestras bocas para
lentamente girar a verla.
Ellos tenían los ojos bien abiertos y estaban
ahí parados como estatuas en la puerta, nos miraban fijo. Lali seguía sobre mí.
— Creo que no hemos llegado en un momento muy
apropiado — dijo mi buen amigo Dalmau.
Lentamente, Lali se fue bajando de mí, para
acomodarse un poco el pelo y la ropa.
— Diablos, Rochi… ¿acaso no me dijiste que no
vendrías hoy? — le pregunté.
— Lo siento, primito, no pensé que estarían
haciendo tal muestra de amor en medio del pasillo — dijo ella con una leve
sonrisa.
— Son unos aguafiestas — dije fastidiado y
miré a Gas — Y tú, ¿Acaso no podías llevarla a algún lado para distraerla o
algo así? Es la segunda vez que interrumpe algo interesante…
— Ya, ya — dijo Lali apoyando una de sus
manos sobre mi pecho — Vamos a ser unos buenos anfitriones y los vamos a hacer
pasar y vamos a cenar todos juntos.
Rochi sonrió emocionada y se acercó a Lali
para tomarla de la mano.
— ¿A dónde piensas llevarte a mi Lali? — le
pregunté, tomando la otra mano de Lali.
— Necesito hablar en privado con mi mejor
amiga, pesado — me dijo la rubia.
— Jamás voy a perdonarte que hayas arruinado
nuestro momento — le aseguré.
— Sí vas a perdonarme, primito lindo — apretó
mi mejilla.
— Ya, bebé — me dijo Lali y besó levemente
mis labios — Yo también quiero hablar con tu prima… — se acercó a mi oído — Te
prometo que luego la recompensa será mejor de lo que
esperas.
— Ya, Lali, deja de excitarlo —la regañó
Rochi y tiró de ella para desparecer por el pasillo.
Me giré a ver a Gas y éste soltó un leve
suspiro.
— Lo siento, hermano… juro que no tenía idea
que estabas con Lali. Rochi me contó que ayer estuvieron juntos y que al
parecer al fin aceptaste que estás enamorado — me dijo.
Solté un suspiró y apoyé mi mano en su hombro
para hacerlo caminar hacia la mesada de mármol y sentarnos allí.
— Yo no sé cómo pasó… pero me tiene loco — le
conté. Él sonrió divertido.
— Así son ellas cuando logran meterse en tu
corazón. Te sientes como un títere que depende de los hilos para moverse… te
aseguro que en verdad van a enredarnos.
— Pues estoy dispuesto a enredarme por ella —
dije divertido.
Ambos escuchamos las chistosas risas de Lali
y Rochi, Gas me miró divertido.
— Son terribles — aseguró.
— Nuestra perdición, hermano — dije y palmeé
su hombro – Pero, espera un segundo, yo me perdí de algo ¿Qué pasó entre tú y
mi prima?
— Bueno… nosotros estamos saliendo — me
contó. Puse mi mejor cara de enternecido.
— ¿Te das cuenta de que tú, Nicolás y yo
hemos caído en los brazos de tres ninfas asesinas?
— ¿Por qué asesina? — dijo confundido.
— ¿Aún tienes el valor de preguntarlo? — dije
mientras veía como Lali y Rochi caminaban hacia nosotros.
— ¿Qué hacen? — preguntó mi curiosa prima.
— Hablábamos — le dije y miré a Lali que se
acercó lentamente a mí hasta estar a mi lado.
La tomé de la cintura y la guié para que se
sentara sobre mi regazo.
— Gas, ¿me acompañas a comprar unas cosas
para la cena? — le preguntó Rochi.
— Claro que sí, preciosa — dijo él y ambos
salieron del departamento tomados de las manos.
En ese instante, Lali apoyó su cabeza contra
mi hombro y con su mano derecha comenzó a acariciar mi pecho. Bajé la mirada
para mirarla y estaba demasiado callada para mi gusto.
— ¿Pasó algo? — le pregunté.
Ella levantó su rostro, pero sin alejarse de
mi hombro, su boca quedó cerca de la mía. Su mano hacía pequeños círculos sobre
mis pectorales.
— Te quiero — susurró. Mi cara se tornó boba
y una media sonrisa curvó mis labios.
— ¿Cómo? — le pregunté. Ella sonrió.
— Que te quiero, Peter… no te das una idea de
cuánto — dijo en tono suave — Bésame como hoy a la mañana… despacio.
Me acerqué más a ella, y la besé como me
pidió. Mis labios rozaron suaves los suyos. Me invadió su dulce aroma. Me
invadió ella… su amor y pasión.
— ¿Por qué no les pedimos que se vayan? —
pregunté sobre su boca. Ella sonrió.
— Lo lamento, bebé… pero en este momento Nico
y Euge también están viniendo hacia aquí.
— ¡Demonios! No se van a ir nunca más — me
quejé.
Me besó cortamente y se puso de pie.
— No te pongas quisquilloso, son tus amigos y
mis amigas… está bien que estemos con ellos.
— Yo no quiero estar con ellos — aseguré.
— Eres un mal amigo — me dijo.
— Pero, mi amor… yo estoy todo el tiempo con
esos dos — seguí quejándome como un pequeño niño — Yo solo quiero estar contigo
ahora.
Sonrió y clavó su mirada en la mía. Se volvió
a acercar a mí y rodeó mi cuello con sus brazos.
— Ahora soy ‘mi amor’, cada vez le vas agregando
algo más, bebé — dijo risueña.
— Tú me provocas esa clase de cursilerías,
solo tú— le dije y me acerqué de nuevo a ella para besarla. Rió sobre mis
labios y aquella fue una hermosa sensación, que también me hizo sonreír. La
puerta del departamento se volvió a abrir.
— Oooh, vamos ¿Acaso no van a dejar de estar
como chicles ni por un segundo? — nos dijo Rochi entrando con Gas, Nico y Euge
detrás.
— Si no fuera por ti, y por tu inoportuna
llegada a esta casa, estaríamos más pegados que dos chicles — le dije.
Lali golpeó levemente mi brazo y se alejó de
mí, para saludar a su querida amiga Euge. La pequeña diabólica se acercó a mí
con duda y resentimiento y cuando la tuve en frente estiré mi mano hacia ella.
— ¿Tregua? — le dije. Ella analizó mi mano.
— Llegas hacer sufrir a mi amiga, y serás
hombre muerto — me aseguró.
Reí y ella también lo hizo para luego tomar
mi mano.
Las chicas se quedaron en la cocina ‘haciendo
la cena’ mientras que los chicos y yo nos sentamos frente al televisor con una
lata de cerveza cada uno.
— Esto sí que es vida… la vida de concubino
no es tan mala como nosotros habíamos pensado, muchachos — dijo Nico.
— El único que está en concubinato aquí eres
tú, nosotros apenas estamos empezando, ¿o no, Lanzani? — me dijo Gas.
Mi mirada estaba clavada en Lali. En su
sonrisa, en la forma en que su boca se mueve al hablar, en sus gestos, en sus
ojos, sus pestañas, sus mejillas, su nariz…
— ¡Peter! — me llamó Nicolás, sacándome de mi
sueño.
— ¿Eh? — dije confundido y lo miré.
El pelado sonrió divertido y miró en la
dirección en la que yo estaba mirando.
— Por Dios, Gastón, este puede estar
empezando recién, pero está más metido que nosotros dos juntos — le dijo
divertido.
— Si supieras como los encontramos Rochi y yo
cuando entramos, por Dios no pueden dejar de tocarse ni un segundo —exclamó Gas.
Al fin pude concentrarme bien en ellos.
— Oigan, déjenme en paz, soy feliz ahora.
Tengo a la chica más hermosa del mundo, la más dulce e inteligente, la más sexy
y provocadora, la más tierna y cariñosa…
— Y luego yo era el cursi, ¿cierto?
— Mueres de envidia, Dalmau, es eso — le
aseguré.
— Yo creo que debemos brindar — dijo Nico.
— Y yo también — dije y tomé mi lata para
levantarla hasta la altura de nuestros ojos.
— ¿Y por qué vamos a brindar? — preguntó el
pelado.
— Por… otro año más juntos — dijo Gas.
Sonreímos y brindamos. Mi mirada volvió a
fijarse en Lali. Otra vez mi cara se tornó boba y una estúpida sonrisa atravesó
mi rostro.
— Y por ellas — dije sin dejar de mirarla.
Amo cuando se ponen todo tiernos!!!!, no te preocupes sube cuando puedas!!!
ResponderEliminar@ROCHI16TA
Qué lindo capítulo!. SON MÁS TIERNOS TODOS ENAMORADOS!
ResponderEliminarEspero el próximo :)
AMO tú novela
Jenny
S
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ResponderEliminarR
ResponderEliminarOtro, otro, otro ♪♫
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
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ResponderEliminarUno más, uno más ♪♫
ResponderEliminarUno más, uno más ♪♫
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