— Pasa — escuché su voz.
Abrí y él estaba sentado en aquella inmaculada
silla. Su mirada estaba fija en unos cuantos papeles que tenía en las manos.
Levantó su vista hacia mí y una sonrisa hipócrita se dibujó en su rostro.
— Me alegro que hayas venido, hijo… por el bien de
los quieres.
Lo miré fijo por unos cuantos segundos… no puedo
entender como alguien así puede ser mi padre. Cómo mi madre pudo amar a esta
basura.
—Ya no más, Mariano— le dije. Él sonrió de costado
y se acomodó mejor en su silla.
— Creo que va a ser mejor que pienses en el bien de
tu madre. — me habló.
Ahora yo sonreí de la misma manera torcida y
perversa que él.
— Ya no puedes hacerle daño — le aseguré. Su
sonrisa se desvaneció lentamente.
— Dime — dijo mientras se ponía de pie – ¿Qué te
llevó a tu madre? – no contesté y solo me dediqué a mirarlo fijamente — Sé que
esa jovencita con la que estás últimamente consiguió el número de tu madre…
— No es ninguna tonta… ya sé que intentaste
manipularla ayer, no te funcionó ¿verdad? – reí levemente — Ella no es como las
demás. Ya no tienes poder sobre mí. Se terminó.
Se puso de pie y salió de atrás de su escritorio.
Se acercó a la biblioteca y comenzó a mirar los libros que allí estaban. Él
podía llegar a ser tan cínico, tan frío… tan distante. Luego de que mamá se fue
aprendí que lo único que podía recibir de MarianoLanzani eran órdenes y
amenazas. Se giró a verme y volvió a sonreír.
— Voy a demostrarte que puedo ser generoso, Peter
–dijo y volvió la mirada a los libros – Tienes un poco de tiempo para jugar a
‘la casita’ con la ramera de tu madre…
— Bastardo – lo interrumpí — Ella no es una ramera.
— No me interrumpas, hijo, sabes que no me gusta
–respiré profundamente tratando de no perder el control – Como te decía, tienes
un tiempo para jugar a ‘la casita’ con tu madre y divertirte con esa
muchachita.
— Sabes que ya no es cuestión de tiempo… se
terminó, Mariano, ya no más amenazas estúpidas y ese tipo de cosas — dije.
Volvió su vista a mí, se notaba que ya estaba perdiendo la paciencia.
— ¿Sabes? Sé a qué jardín va Hoope – me paralicé y
mi cuerpo se tensó – Es una niña muy linda, se parece a tu madre. Le gustan
mucho los dulces, ella me lo ha dicho.
— Gusano — musité por lo bajo.
— Por eso mismo, hijo, piénsalo bien, hijo... no me
molesta que estés con la hija de Gimena Esposito, una pequeña diversión no te
viene mal... pero lo mejor va a ser que dejes de la loca idea de estar cerca de
tu madre y de ese infeliz – sonreí ante la forma en que llamó a Ben.
Reí divertido y él me miró con furia.
— Padre, padre, padre — dije calmando mi risa — No
sé si has visto a tu alrededor últimamente pero, si no, aquí tienes una
noticia: YA NO ME CONTROLAS ni CONTROLARÁS.
— No estés tan seguro de eso — dijo apretando los
dientes.
— Puedes meterte tus amenazas en donde más se te
acomoden — le dije con una sonrisa.
— Puedo hacerlo mucho mejor, hijo, te
sorprenderías.
— ¿Sabes? — dije sin dejar de sonreír — He visto
cómo está mamá... y debo decirte que alejarla de ti ha sido lo mejor que has
podido hacer en este mundo. Así que, sin rencores... papi, todo está bien. Ben
le ha dado todo lo que tú jamás pudiste darle en la vida – lo vi ponerse rojo
del coraje, y eso me llenó de satisfacción – Cuidado, papá, creo que estas a
punto de tener una embolia. Cuídate, ¿sí?... ya estás viejito, no debes pasar
corajes.
Quise echarme a reír ante su notorio enojo, pero
traté de controlarme… pero es que juro que se me hace imposible. Este infeliz
tiene que pagarme una y cada una de las que me ha hecho.
— Ten cuidado, hijo mío — me dijo con toda la calma
posible, mientras me miraba fijamente. Mi mandíbula se tensó — Mide tus
palabras… no querrás que algo le pase a tu nueva dama de compañía ¿o sí?
Y esa fue la gota que rebalsó el vaso, rápidamente
me acerqué a él tomándolo de la camisa para acercarlo a mí.
— Escúchame bien, maldito infeliz — le hablé entre
dientes sin dejar de sostenerlo por la camisa. Sus ojos se clavaron en los
míos— Dejaré de lado el motivo de tener tu maldita sangre si le tocas un pelo a
Lali... no voy a dudar en acabar contigo.
— Te importa de verdad — susurró como si acabara de
descubrir lo mejor de su vida.
— Entendiste, ¿verdad? No juegues conmigo, Mariano…
ya no tengo 9 años. Y lo único que siento por ti es desprecio, así que mejor no
me busques — lo solté bruscamente y salí de
aquel despacho antes de acabara con
la poca paciencia que me quedaba.
Cuando estuve afuera de la casa, pateé lo primero
que estuvo delante de mí. El tacho terminó en medio de la calle con toda la
basura esparcida.
Intenté calmarme, pero se me estaba haciendo
imposible. De verdad, pero de verdad si a él se le ocurre hacerle algo a Lali,
lo mataré. Solté un suspiró y decidí calmarme del todo.
Comencé a caminar y
luego de unos cuantos minutos llegué a mi casa, necesitaba dormir un poco,
pensar, despejarme. Abrí la puerta y al instante mi rubia prima salió de la
habitación.
— ¡Hola! — dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Se acercó a abrazarme, al instante se alejó de mí y me miró bien — Oye, ¿Qué te
pasa? ¿Acaso vas a decirme que arruinaste todo con Lali y pelearon? — no pude
evitar sonreír.
— No, no peleé con Lali — dije en un suspiro.
— ¿Entonces? ¿Por qué esa cara horrible? —preguntó.
Le estaba por decir algo, pero me interrumpió con un pequeño gritito– Quiero
que me cuentes, quiero saberlo todo… todo ¿Qué pasó con Lali? ¿Por qué
durmieron juntos? ¿Cómo te sientes? ¿Estás enfermo? ¿Sabes lo que haces
verdad?— volví a reír.
— Sí, sé lo que hago… todo está bien. Anoche me di
cuenta de que todos tenían razón, yo estoy loco por Lali, la quiero… no puedo
evitarlo.
Rochi llevó sus manos a su pecho y puso su mejor
cara de tonta emocionada, apretó los labios como si evitara llorar y luego
volvió a gritar. Me alejé un poco de ella.
— Aaay, muero, te juro por Dios que me muero aquí
mismo. No puedo creerlo, esto es increíble. Al fin, primito – dijo y apretó mis
mejillas.
— Ya, ya — dije alejándome de su molesto agarre.
— Te quiero, primo — me volvió a abrazar. Sonreí y
le respondí el gesto.
— Yo también te quiero, tonta — le dije. Se alejó
de mí y soltó un suspiro. La miré bien, percatándome de que estaba bastante
arreglada — ¿Vas a salir? — ella se sonrojó instantáneamente y ahí supe que
ella saldría con Gastón — Ooooh, vas a salir con Gastón.
— Bueno yo… él me invitó al… cine y bueno, creo que
ya es hora de… de hacerle un poco de caso. El pobre ya me estaba… dando pena
—habló nerviosa.
— Mentira, tonta — dije divertido y la empujé
levemente — Te mueres por él, admítelo.
— Bueno sí, me gusta — dijo haciendo un leve
puchero y mirando al suelo — Así que… no me esperes hoy, no vendré.
— Está bien… al fin podré dormir en mi cama —golpeó
levemente mi brazo — Ya, sólo bromeo. Me voy a bañar y a dormir un rato…
— Está bien, tontín, adiós – dijo y besó mi
mejilla.
Me dirigí a mi habitación y me tiré en la cama.
Tomé mi celular y busqué su número. Sonó una… sonó otra.
— ¿Cómo te fue con tu padre? – preguntó al atender.
— Primero que nada, “hola, cariño, ¿Cómo estás? Te
extraño” – dije y escuché su risa.
— Hola, cariño, ¿Cómo estás? Te extraño — me dijo.
Sonreí y me senté en la cama para buscar un poco de
ropa ya que iba a entrar a bañarme.
— Bien ¿y tú, cariño? — pregunté.
— Bien, acabo de salir de lo de mi madre… ahora voy
a lo de papá.
— ¿Vas a tardar mucho? Quiero verte.
— Quizás no podremos vernos hoy, Peter — detuve mi
búsqueda de ropa y me paré bien.
— ¿Por qué no? — dije como un niño al que no
quieren comprarle un juguete nuevo.
— Porque papá hará una cena y seguro quiere que me
quede…
— Lali, no me hagas esto — supliqué.
— Pareces un niño — dijo divertida.
— Está bien, déjame solo… no te necesito — colgué y
me dispuse a buscar la ropa.
Mi celular comenzó a sonar y sonreí al ver que era
ella. Esperé unos segundos antes de atender.
— ¿Por qué me cortas? ¿Acaso de verdad eres un
niño? — preguntó enojada. Sonreí.
— No me extrañas, es eso — dije.
— Tonto, eres un tonto… te comportas como un tonto.
¡Claro que te extraño! ¿Acaso crees que no me muero de ganas de besarte en este
preciso momento? – sonreí como un bobo mientras entraba al baño.
— ¿Quieres besarme? — pregunté.
— Claro que quiero besarte — susurró.
— Yo quiero hacerte otras cosas — dije con voz
profunda.
— Peter — se quejó divertida.
— Entonces, ¿no vas a venir? — dije esperanzado con
que me dijera que si iba a venir.
— Hagamos una cosa, apenas salga de ahí te llamo y
vemos si vamos al cine y tomar algo ¿quieres? Así de paso hablamos de tu padre…
— No, no quiero hablar de él — aseguré.
— Vamos, cariño, te hará bien — sonreí levemente.
— Está bien, llámame, por favor — dije.
— Te llamo, adiós — dijo y colgó.
Tuve que haberle dicho que la quería… pero ¿si es
muy rápido? No, no es rápido, es sincero y real… cuando la vea se lo digo. Me
duché y luego me puse mi pantalón de dormir para tirarme boca abajo en mi cama,
estoy tan cansado, necesito dormir un poco. Mis ojos comenzaron a cerrarse de a
poco, hasta que todo estuvo totalmente oscuro…
Una sensación dulce recorrió mi espalda, era algo
así como una suave caricia… pero de labios. Me moví un poco para alejar el
escalofrío que me atravesó. La caricia o beso, no estoy seguro, volvió a
repetirse, pero esta vez más arriba. Seguro estoy soñando y solo debo seguir
durmiendo. Comenzó a ser más repetitivo y más dulce que antes.
— Hueles a jabón de bebé… eres tan hermoso —escuché
su voz.
Me senté rápidamente en la cama y me giré a verla.
Seguro que yo estoy soñando y en cualquier momento voy a despertar para estar
solo.
—¿Cómo entraste? — le pregunté mientras la miraba
bien, para ver si era real.
Sonrió y levantó su mano mostrándome las llaves.
— Se las robé a Rochi— me dijo. Sonreí bobamente.
— ¿Tú me estabas besando la espalda? — pregunté.
— Ajá — dijo asintiendo — Y hueles tan lindo…
— ¿Qué pasó con la cena de tu padre? — le dije
intentando averiguar si era un sueño o no.
— Te mentí — dijo mordiendo sus labios — Quería
darte una sorpresa… parece que funcionó ¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara?
— Porque creo que estoy soñando – dije.
— No, no estás soñando, Peter — dijo divertida y
levantó su mano para acariciar mi mejilla.
Cerré los ojos ante el contacto de su piel.
— Ven aquí — dije y la tomé de la nuca para
acercarla a mis labios.
Su boca se movió sobre la mía de manera apasionada,
mientras colocaba sus brazos alrededor de mi cuello y se acercaba más a mí. La
tomé de la cintura y la subí sobre mí. Su ropa comenzó a estorbarme cuando
sentí la terrible necesidad de sentir su piel contra la mía. Nuestras lenguas
se mezclaron y ella gimió levemente enterrando sus manos en mis cabellos.
Subí una de mis manos hasta los primeros botones de
su blusa.
— No, no, no, hoy no. — dijo agitada alejándose de
mi boca.
— Sí, por Dios — musité y volví a besarla.
— No, Peter, no vamos a hacer eso en donde yo
comienzo arriba y termino abajo, mañana tengo que ir a lo de mi madre. Además
de que Tina viene por la mañana y qué... qué espanto que nos vea — dijo cuando
se volvió a alejar.
— Tu prudencia solo me excita más, amor — le dije
con una leve sonrisa.
Sus ojos se abrieron bien y me miró como si acabara
de decir algo que no entendió.
— ¿Cómo dijiste? — preguntó. Sonreí y la acerqué un
poco más a mí, rozando sus labios.
— Que te niegues solo hace que te desee mucho más
—susurré.
— No, lo otro — musitó. Sonreí para mi mismo… ella
quería escucharlo de nuevo.
— ¿Qué cosa, Lali? — pregunté haciéndome el tonto.
— Me dijiste ‘amor’ — dijo con un brillo especial
en los ojos.
— ¿Yo? No, yo nunca dije eso…
El brillo que adquirieron sus ojos se desvaneció
como el humo en el aire. Miró hacia otro lado y se bajó de mí lentamente.
— Bueno… escuché mal — dijo sin mirarme.
— Sí, tal vez sí — dije asintiendo.
Las ganas de echarme a reír me invadieron, pero me
contuve. Lali se puso de pie y la miré, esperando que me mirara.
— Voy a buscar algo de comer — sentenció con tono
frío.
Antes de que pudiera caminar la tomé de la mano y
la jalé hacia mí, para luego girar y que quedara debajo de mí.
— Sí, te dije amor… dije que tu prudencia me excita
más, amor. Mucho más — dije sin dejar de mirarla fijo a los ojos.
Aay son más lindos estos dos! :)
ResponderEliminarOdio al papá de Peter!.
AMO tu novela!
Espero el próximo capítulo
Jenny
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ResponderEliminarGENIA!.. Me encanta tu novela!..Seguí subiendo :)
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
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ResponderEliminarMe da bronca el papa de peter!, lali y peter cada vez mas tiernitos*-* son un amorrrrrrrrrrrr!
ResponderEliminar@m_ilays PD: SUBE MAS! :c
mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
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ResponderEliminarUno más, y no jodemos más! ♪♫
ResponderEliminarOtro, otro, otro ♪♫
ResponderEliminarmas nove
ResponderEliminarDijiste hoy y no subiste ninguno. En Argentina todavía es el 19 pero este cap lo vi ayer, 18. Espero aunque creo que allá ya es de madrugada ya que son 4 horas más. Y si no a la manana, su mediodía.
ResponderEliminarYa llegamos a la primavera y tu manana se esfuman con las nubes.
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