— Pero sin derecho a estar con otra persona…
Sus ojos brillaron de manera especial.
— ¿Me estas queriendo decir que serás solo para
mí?— dijo algo sorprendida.
La miré fijo y pensé un poco en eso. Ya no más
salidas nocturnas a cada rato, ya no más coqueteos con alguna chica. Ya no más
libertad de mirar y opinar sobre algún trasero…
Pero a mi ya no me interesaba hacer eso, yo solo
quiero estar con ella. Dormir con ella, estar a su lado, opinar sobre su
trasero y coquetear con ella.
— Solo quiero estar contigo — le dije.
Ella sonrió y se acercó a mí para besarme
impulsivamente. Se alejó y comenzó a subir las escaleras hacia su cuarto.
— Apúrate que tenemos que irnos — me dijo.
—Tú eres la que se tiene que apurar — dije y me
acerqué a la cocina para comer un poco de la fruta que ella había cortado.
Luego de unos cuantos minutos ella bajó las
escaleras y se acercó a la cocina. Estaba cambiada y peinada. La miré embobado.
— ¿Qué sucede? — me preguntó.
— Que eres hermosa — dije. Ella se sonrojó
levemente y tomó una frutilla.
— ¿Vamos?
— Vamos, cariño — dije y tomé mi buzo para salir
con ella de su departamento.
Bajamos hasta la cochera y nos subimos a su auto.
Nos colocamos los cinturones de seguridad y Lali arrancó para prender marcha no
sé muy bien a donde.
— ¿Estás nervioso? — me preguntó. Me giré a verla.
— Un poco — dije con una media sonrisa — No sé qué
voy a decirle…
— Solo tienes que decirle lo que sientes en el
corazón – dijo ella sin dejar de mirar al frente.
Estiré mi mano y acaricié su mejilla. Me miró de
reojo y sonrió.
— ¿Sabes donde es? – le dije.
— Queda cerca del campo de mi abuelo –contestó.
— ¿No te conté, verdad? Tengo una hermana — dije.
Ella se giró a verme sorprendida.
— ¿Qué? — dijo sorprendida.
— Sí, en la carta que me mandó mi madre… me contó
que tengo una hermana de 5 años llamada Hoope, ¿puedes creerlo?
— Es maravilloso… yo siempre quise tener hermanos,
pero no los tuve. Mis padres no rehicieron sus vidas luego de separarse.
— ¿Crees que aun se aman? — le pregunté. Ella
sonrió levemente.
— Sí — dijo asintiendo — Solo que son tan
orgullosos, que ninguno lo va a admitir. Pero ¿Quién te dice que en cualquier
momento me dicen que están juntos de nuevo?
Seguimos hablando de algunas cosas más y pusimos un
poco de música, mientras que de a poco íbamos saliendo de la ruidosa cuidad. A
medida que nos acercábamos más a donde estaba mi madre, mis nervios aumentaban.
¿Qué tengo que decirle? ¿Qué debo hacer?
¿Cómo va a reaccionar? ¿Mi hermana me
querrá? Todas esas preguntas cruzaban mi cabeza.
Lali dobló para entrar en una cerca y comenzar a
andar por un camino de tierra. Luego de unos cinco minutos divisamos desde lo
lejos una casa. Afuera de la casa había dos autos y una camioneta. La casa era
grande y a lo lejos tenía una pequeña caballeriza. El auto se detuvo Justo
frente a la casa. Lali se giró a verme y tomó mi mano. La miré a los ojos.
— Todo va a estar bien… y yo voy a estar contigo
–me dijo.
Entonces me incliné hacia ella y la besé
fugazmente. Me alejé y me quedé cerca de su rostro.
— Muchas gracias cariño, de verdad muchas gracias
–le susurré.
— No, tonto, no me agradezcas — dijo y tomó mi
rostro con sus manos para depositar un pequeño beso en mis labios — Ahora
vamos.
Nos bajamos y el aire limpio y puro del campo
invadió mis pulmones. Aquel lugar era increíble.
Los árboles eran enormes y el
pasto era tan verde que al mirarlo te molestaba a los ojos. Me acerqué a Lali y
tomé su mano para comenzar a caminar hacia la puerta de aquella gran casa
blanca y azul.
Nos paramos frente a la puerta y Lali apoyó su dedo
en el timbre. El timbre sonó y esperamos a que alguien nos abriera. Mi corazón
latía desesperado, en cualquier momento se me iba a salir del pecho. Apreté
ligeramente la mano de Lali, provocando que ella sonriera por lo bajo.
— No traje un regalo y es su cumpleaños — recordé algo
nervioso.
— Peter, no creo que tu madre tenga mejor regalo
que verte a ti — me dijo.
Escuchamos el sonido de unas llaves, y unos
segundos después la puerta se abrió. La miré fijo, ella se quedó quieta
mirándome como si yo fuera irreal.
— ¿Peter? — pronunció mi nombre levemente.
— Mamá — dije apenas audible. Entonces llevó una de
sus manos a su boca y la tapó para luego soltar un sollozo y acercarse
rápidamente a mí para abrazarme. Pensé que nunca más iba a volver a sentir un
abrazo de ella. Desde que ella se había ido, algunas veces por las noches
recordaba la sensación de su abrazo. Juro que me sentía como cuando era un niño
y ella me abrazaba para reconfortarme o simplemente porque quería hacerlo.
Aunque ahora yo era más alto y grande que ella… la sensación era la misma.
Se alejó de mí y tomó mi rostro con sus manos. Su
cara estaba empapada en lágrimas. Miré su rostro, buscándole alguna diferencia.
Pero ella estaba exactamente igual que siempre, aunque sus ojos se veían un
poco más claros que antes. Tenía el pelo más corto y se veía pequeña.
— No puedo creer que seas tú, hijo mío — me habló
al fin — Estás tan grande Peter… mírate.
Se alejó de mí y me miró de los pies a la cabeza,
rió entre lágrimas.
—Yo no puedo creer que te tenga al frente de nuevo—
le dije.
Se acercó de nuevo a mí y me volvió a abrazar.
Luego se alejó y miró a Lali, que se había quedado completamente quieta y
callada. Mirando un poco hacia otro lado, la morocha secó una pequeña lágrima
que había soltado.
— Tú debes ser Lali — le habló mi madre. La morocha
la miró y sonrió.
— Sí, señora, soy yo — le dijo.
— Pero ya no se queden allí parados, entren — nos
dijo y nos dio el paso a la enorme casa.
Tomé la mano de Lali y ambos entramos detrás de
ella, miramos sorprendidos el lugar.
Aquella casa era aun mucho más bella por
dentro de lo que se veía por fuera. Mi madre se giró a vernos y con una sonrisa
miró nuestras manos unidas.
— ¡Ben! ¡Llegaron! — habló asomándose por un puerta
que daba a la parte de atrás de la casa.
Al instante un hombre alto de ojos miel entró, con
una niña de la mano. Me observaron bien, en especial ella.
— No puedo creer que sea él — dijo la grave voz de
Ben.
— Yo no puedo creer que tengas algunas canas Ben
—dije algo divertido. Él sonrió y se acercó a mí para abrazarme contento.
Palmeó mi espalda y yo también lo hice. Se alejó de mí y me miró sin dejar de
sonreír— Ella es Lali…
— Mucho gusto – dijo la morocha.
— El gusto es mío – le dijo él.
— Papi, ¿Quiénes son ellos? — preguntó la pequeña
voz detrás de nosotros.
Los tres nos giramos a verla. Mi madre se acercó a
ella y tomó de su mano para acercarla al círculo. La observé bien, era tan
parecida a mí… dios mío. Puedo jurar que es una versión femenina de mí. Aunque
ella es más delicada y parece tan frágil. Su pelo rubio y largo caía por sus
hombros. Sus ojos eran enormes y de color Gimena y su piel era blanca.
Con cuidado me acerqué a ella y me agaché para
quedar a su altura.
— Soy Peter — me presenté y estiré mi mano para que
ella la tomara. Miró mi mano y luego me miró a la cara.
— ¿Peter? ¿Mi hermano Peter? — dijo con algo de
sorpresa.
— Así es, Hoope, soy tu hermano —le dije.
Esperé a que ella me dijera algo, pero solo me
miraba fijo. Tal vez… no le caiga bien la idea de que yo sea su hermano… tal
vez no me quiera. Miró mi mano y luego se acercó despacio a mí para abrazarme.
Sus pequeños brazos rodearon mi cuello y su pequeña cabeza se apoyó en mi
hombro. Con un poco de confusión le respondí el gesto.
Era una extraña sensación. Una hermana, sangre de
mi sangre. Jamás pensé que se podía querer a alguien sin haber tenido ningún
tipo de contacto alguna vez. Cuando leí la carta de mi madre y me contó sobre
ella, juro que empecé a quererla. Al fin tengo a quien celar de babosos
adolescentes…
— Mamá siempre me habló de ti, pero estás diferente
que en las fotos — me dijo y se alejó para mirarme.
— Hoope, yo te dije que ese era tu hermano de niño.
Ahora él es un hombre – le habló mamá.
Mi pequeña hermana miró a Lali y luego me miró a
mí. Sonrió mostrándome todos sus dientes.
— ¿Ella es tu novia? — me preguntó.
— Mmm, no pequeña. Soy su amiga. — le contestó la
morocha rápidamente.
La miré y sonreí por lo bajo. ‘Sí, cariño, eres mi
amiga. Pero con derecho a todo’
— ¿Lali quieres jugar conmigo a las barbies? — le
preguntó.
— Hoope, no creo que ella…
— Tranquila, señora Vargas, encantada juego con
ella. Además creo que usted y Peter tienen mucho de que hablar – le dijo.
— Ella tiene razón, vamos afuera — dijo Ben y vimos
cómo los tres salían al jardín.
Mi madre se sentó en una silla y me hizo un gesto
para que me sentara frente a ella. Me senté y al instante ella tomó mis manos.
Sus manos… sus manos siempre me arropaban a la noche antes de dormir. Luego de
que ella ya no estaba, nadie lo hacía. Solo Tina cuando venía los fines de
semana…
— Eres tan hermoso y no lo digo solo por ser tu
madre.
— ¿Dónde has estado todo este tiempo? — le
pregunté.
— En Londres — contestó y suspiró — Tu padre casi
me obligó a dejar el país… Tuve que hacerlo, hijo, sino él iba a hacerte daño.
— Es una mierda — aseguré.
— Tranquilo, mi vida, con odio hacia él no ganas
nada.
— ¿Cómo puedes pedirme que no lo odie? Mamá, él… él
simplemente es un completo extraño para mí. Nunca se ha comportado como un
padre. Siempre fue manipulador y hasta frío conmigo. Simplemente yo creo que él
me odia.
— Voy a contarte una cosa, hijo — me dijo y se
acercó más a mí — Tu padre siempre fue así… una persona posesiva, celosa y
manipuladora. Pero yo me enamoré de él, lo amé más que a nada en este mundo.
Todo era perfecto, hasta el día en que le dije que estaba embarazada de ti.
— ¿Qué? — dije algo confundido.
— Peter cuando yo le dije a tu padre que íbamos a
ser papas él cambio drásticamente. No me acompañaba a las ecografías, él no
estaba pendiente de mí. Y ahí fue cuando conocí a Ben… él trabaja en el
hospital al que yo iba a atenderme, y un día yo estaba realmente mal porque a
tu padre parecía no importarle nada de ti o de mí. Ben se ofreció a acompañarme
aquel día y ahí fue cuando supe que serías un varón — me dijo con una pequeña
sonrisa en los labios — Es día fui a contarle a Mariano que serías un niño, y
la cosa empeoró. Él simplemente no era el mismo… estaba violento, no le
importaba mi salud. Y entonces entendí que era. Él tenía celos de ti Peter.
— No… no creo que haya sido eso — dije haciendo
todo lo posible por entender lo que ella me contaba. Mis ojos estaban algo
húmedos.
— Sí, hijo, tu padre estaba celoso de ti. Él no
concebía la idea de otra persona en mi vida además de él. Y cuando le dije que
serías un varón la cosa fue peor. Cuando naciste él no quiso entrar a la
sala…¿Sabes quién estaba conmigo? — preguntó. La miré a los ojos.
— ¿Ben? – pregunté.
— Sí — susurró y unas cuantas lágrimas cayeron de
sus ojos – Ben era… o mejor dicho aun lo es… partero. Y él fue el que te trajo.
Eras tan pequeño y rubio, que parecías de mentira. Te pusieron en mi pecho y
dejaste de llorar. Tus ojos se abrieron y me pareció que me mirabas… nunca
pensé que podía amarte tanto.
— ¿Luego que pasó? — dije con un nudo en la
garganta.
— Tu padre decidió entrar y se acercó a nosotros
para mirarte. Pensé que cuando te viera algo se iba a despertar dentro de él,
pero no fue así. Él simplemente se dedicó a mirarte fijamente por unos cuantos
minutos. Y luego se fue…
— ¿Y ahora sigues pensando que no debo odiarlo? –le
dije mirándola fijamente a los ojos.
— Lo único que puedo decirte es que eres el regalo
más grande que la vida me ha dado. Y tu padre también fue participe en ello.
— ¿Sabes como logré contactarte? — le dije. Ella
negó con la cabeza — Lali consiguió tu número… Y ya no quiero hablar de
Mariano. Feliz cumpleaños, mamá
Ella sonrió y me abrazó. Luego de unos segundos se
alejó para tomar mi rostro con sus manos.
— Verte aquí es el regalo más grande que me pudieron
dar hoy — me dijo contenta — Creo que tendré que darle las gracias a Lali—
sonreí levemente — ¿De donde se conocen?
— Vamos juntos a la Universidad y ella… ha llegado
a mi vida hace un mes. Puedo asegurarte que la ha cambiado completamente — le
conté medio bobo.
— ¿Son novios? – preguntó.
— No precisamente… estamos en algo, comenzando
recién.
— Es maravillo, pensé que nunca viviría el momento
en que me trajeras a ‘tu chica’ a casa. ¿Estás enamorado?
Mas !!! Me encanto la esena madre e hijo mas tierno
ResponderEliminarSubi mas !! Para cuando una marton?
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