¡Demonios, la tonta sensación de su cuerpo
abrazando al mío no tiene descripción!
La sensación de su pecho latiendo contra el mío. La
sensación de su corazón latiendo bajo el mío. Su ritmo era hiperactivo y
escandalizador, hizo que todo mi cuerpo temblara e hizo que me diera cuenta de
que mi corazón latía al mismo ritmo. O peor aún, mucho más.
Suaves gemidos escapaban de sus labios, que eran
rápidamente acallados por los míos. Besé cada centímetro de su piel que estaba
a mi alcance, mientras aun me movía dentro de ella.
—Peter… —gimió mi nombre mientras sentía que poco a
poco la iba llevando a su clímax.
Mordisqueé sus labios y tironeé de ellos con
suavidad, mientras me movía despacio la sostenía entre mis brazos. Ella
entrelazó sus piernas con las mías y me mantuvo cerca.
—Quiero que sepas una cosa —le hablé agitadamente.
Sus ojos se clavaron en los míos. Me acerqué a ella y rocé su nariz con la
mía—Yo quiero hacer el amor contigo… hoy, mañana… pasado mañana y por muchas,
muchas noches más.
No sé cómo fue, pero ella giró sobre el colchón y
quedó sobre mí. Gruñí fuertemente al sentirla así. Salvaje…
mojada…completamente mía. Comenzó a moverse suave sobre mí y era tan placentero
verla, que no pude contenerme. Me senté y capturé sus labios en un caliente
beso.
—Y yo quiero que lo hagas —me dijo agitada y
soltando apenas mi boca.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, y tampoco era
que me importaba.
Por mí iba a estar dentro de ella toda la noche.
Pero entonces sentí que tenía que liberarme. La tomé de las caderas y la empujé
más cerca de mí.
Ella boqueó y se aferró a mi cuello, mientras me
mordía levemente el hombro. Luego de unos segundos gimió mi nombre al correrse
en mis brazos. Me recosté con ella y giré atrapándola de nuevo.
Besándola otra vez, aceleré mis embates, buscando
mi propia paz. Y cuando la encontré no cerré los ojos, solo bajé la mirada
hacia ella.
Lali respiraba trabajosamente, sus labios estaban
rojos y un poco hinchados. Levantó su mirada para encontrarse con la mía.
Me sonrió y levantó su mano para acariciar mi
rostro.
Entonces supe que no había nada que yo no hiciera
por ella. Si ella quería, sería capaz de bajar al infierno y matar al mismo
diablo, solo para hacerla sonreír.
Maldije por lo bajo ante el pensamiento. Me estaba
por apartar de ella, pero me tomó de la barbilla e hizo que la mirara.
—No te atrevas a alejarte de mí —me ordenó y luego
me besó ferozmente.
Apenas podía respirar al sentirla con cada fibra de
mí ser. Su pequeño y femenino cuerpo debajo del mío. Pero el calor de sus
labios y el valor de su intrépida voluntad eran los que me calentaban.
El fuego de su pasión ardía a través de mí,
haciéndome sentir vulnerable y al mismo tiempo fuerte y decidido. Soltó
levemente mis labios, entonces la miré a los ojos y luego bajé sobre ella, para
poder apoyar mi cabeza sobre su pecho.
—¿Escuchas la lluvia? —le pregunté.
—Si —me contestó sin dejar de acariciar mis cabellos.
—¿Sabes que escucho yo? —le dije.
—¿Qué? —preguntó.
—Escucho tu corazón…
—¿Y que te dice mi corazón?
—Me dice: Más te vale Lanzani que te quedes, porque
o si no te juro que te vas a arrepentir de haberme hecho latir como loca —le
dije.
Ella rió divertida, haciéndome levantar la cabeza
para mirarla.
—¿Y que dice el tuyo? —me preguntó.
—¿Por qué no lo escuchas tú misma? —dije y giré en
el colchón para que ella quedara sobre mi pecho. Se apoyó suavemente, colocando
una su mano izquierda en el lado izquierdo de mi pecho. Con mi mano acaricie su
espalda —¿Y que te dice?
—Me dice: Cariño, ¿Por qué no lo repetimos? Fue
muuuy interesante participar esta vez… aunque debo confesarte que la primera
vez también participé —me dijo y levantó su cabeza para mirarme —¿Eso es lo que
está diciendo?
—Exactamente eso es lo que está diciendo —le
contesté.
Sonrió y se acercó a mí besando suavemente mis
labios. Respiré profundamente y su perfume invadió mi cuerpo. Que agradable era
oler a ella.
Mordió mis labios traviesamente. Arqueé una de mis
cejas y me alejé con cuidado.
—¿Estás juguetona? —le pregunté.
—Solo cuando me provocan estarlo —me dijo y capturó
mi boca de nuevo.
Comencé a despertar por un extraño ruido que llegó
a mis oídos. Somnoliento abrí un ojo y miré el techo. Esta no es mi
casa…Entonces recordé todo y giré la cabeza para poder comprobarlo.
Sentí que mi corazón latía rápido al verla allí.
Ella dormía profundamente boca abajo. Su largo y oscuro cabello caía sobre su
espalda. Me apoyé sobre mi codo y la miré fijo. Su rostro estaba relajado y sus
labios parecían curvar una leve sonrisa.
Bajé mi mirada por su cuerpo, que estaba debajo de
las sabanas. Levanté mi mano y acaricie su mejilla. No puedo creer que de
verdad me haya quedado, aunque después de hacer el amor casi toda la noche no
podía irme.
Bajé mi mano de su mejilla a su mentón, seguí bajando
hasta encontrarme con las sabanas. Con cuidado comencé a bajarlas, para poder
apreciar la blanca y suave piel de su espalda.
Cuando la sabana quedó justo
sobre el final de su espalda, subí mi mano y la acaricie con cuidado. Su piel
se erizó y ella se movió levemente.
Pero yo quería ver más de ella. Volví a tomar las
sabanas y seguí bajándolas, hasta retirarlas completamente de su cuerpo. Su
pequeño y redondo trasero se veía suave. Sonriendo bajé mi mano por su espalda,
hasta llegar a él y acariciarlo despacio…
—¿Por qué estás tocándome el trasero? —su voz suave
y adormilada llegó a mis oídos.
Levanté la cabeza y miré su rostro.
—Buenos días —la saludé.
—Pásame las sabanas, pervertido. Y deja de mirarme
así —me dijo.
—Me parece que la más pervertida de los dos eres
tú—le dije.
Se sentó en la cama y tomó las sabanas para
taparse. Volvió a acostarse boca arriba y giró la cabeza para mirarme.
—¿Te quedaste de verdad o estoy soñando? —me
preguntó.
Rápidamente me acerqué a ella y la besé con pasión.
Llevé mi mano a su nuca y enterré mis dedos en sus cabellos. Su lengua acarició
la mía y elevó sus manos para tocar mi rostro.
Entonces no pude evitarlo, me subí a su cuerpo,
haciendo que gimiera levemente. Solté
despacio sus labios.
—No podía irme cariño —le contesté agitado.
Ella arqueó una ceja y subió y bajó sus manos por
mi espalda.
—Mmm, que excitante es despertar y encontrarte
aquí… tocándome —dijo provocadoramente.
—¿Recuerdas las barbaridades que me dijiste? —le
pregunté.
—¿Yo? —dijo haciéndose la desentendida —No
querido…tú eras el que me decía cosas que ni siquiera me atrevo a repetir.
—¿Cómo que? Lo duro que…
—¡Peter! —me calló antes de que continuara.
—Vamos, te encantó que te dijera todas esas cosas
mi pequeña y pervertida cajita de mentiras…
—¿Quieres saber que es lo que realmente me encantó,
mi fogoso y lujurioso motoquero marilymansero?
—Mmm… fogoso y lujurioso, que bonitos adjetivos —le
dije. Ella sonrió —¿Qué fue lo que te encantó?
—Me encantó hacer el amor contigo y que te
quedaras…
—¿Qué me estás queriendo decir con eso? —pregunté
alejándome un poco más de ella para mirarla bien a los ojos —¿Acaso me estás
queriendo decir que te gustaría intentarlo?
—¿Tú lo intentarías? —me preguntó. La miré fijo a
los ojo y ya no lo dude.
—Claro que si… porque eres la primera mujer con la
que duermo, y eres la primera mujer con la que hago el amor… la primera que me
vuelve loco… y me gusta tanto —le dije mientras me inclinaba hacia ella para
tomar sus labios.
Su boca me esperó dulce y cálida. Comencé a besarla
más profundamente al sentir que el deseo volvía a brotar en mí.
Subí mi mano por el costado de su cadera y cintura,
hasta toparme con su pecho. Ella gimió y su pezón se endureció contra mi palma.
La apreté sutilmente y su boca se abrió más para mí.
—Peter… cariño —dijo alejándose apenas de
mí—Tenemos que levantarnos.
—No —susurré y la callé besándola de nuevo.
Volvió a soltar mi boca y respiró profundamente.
—Lanzani —me llamó en tono de advertencia.
—Vamos Esposito, no te resistas —le dije y comencé
a bajar mis besos por su mentón.
Al parecer ella perdió todo rastro de cordura, pues
comenzó a dejarse y a no protestar por ello. Seguí bajando mis besos por su
cuello, mordisqueé esa delicada piel. Seguí bajando y besé sus pechos, ganándome
un murmuro de placer.
—Peter… no hagas esto… no, detente ya… dios.
Debemos levantarnos, tenemos que ir a la Universidad —me dijo.
—Al diablo con la Universidad —dije y volví a subir
por su cuello hasta su boca. La besé con ímpetu, con necesidad. Saboreando cada
rincón de su boca —Pero si no quieres me alejo. Dime Lali, dime que no me
deseas y me alejo de ti…
—Te deseo Peter, no sabes cuánto —dijo agitada.
Le sonreí y volví a besarla.
No había nada que me gustara tanto como besarla.
Como lo dije varias veces ella tiene una forma muy particular de hacerlo. Sus
manos bajaron por mi espalda y soltó mi boca haciendo que mis ojos se abrieran.
La miré fijo.
—¿Qué sucede? —le pregunté.
—Nada… solo quería verte a los ojos —me dijo dulce.
Entre unas tiernas y al mismo tiempo calientes
caricias la temperatura de nuestros cuerpos y del lugar comenzó a subir. Jadeé
al sentir sus labios en mi cuello y llegando a mí oreja. Con cuidado tomó el
lóbulo con su boca y lo mordió despacio.
Ella se sentó a horcajadas sobre mi abdomen y me
miró pícaramente. Se inclinó hacia delante y comenzó a besar mi mentón, comenzó
a bajar por mi pecho, cerrando y abriendo su boca sobre mi piel. Un celular
comenzó a sonar. Ella levantó la cabeza y miró extrañada a nuestro alrededor.
La miré y tomé su rostro.
—No atiendas —le dije agitado.
—Puede ser importante —resopló.
—No hay nada más importante que tú y yo en este
momento —dije y la jalé hacia mí para besarla.
El celular dejó de sonar, y sonreí sobre sus
labios. Nada ni nadie iba a parar este momento, ella no se iba a alejar de mí
sin antes ser mía. Otra vez el maldito sonido invadió la casa.
Lali se incorporó de mí y me miró divertida. Solté
un frustrado gruñido. Ella se bajó de mí y giró sobre el colchón para agarrar
el celular que se encontraba en la mesita de noche.
—¿Hola? —dijo al atender. Sin dejar de mirarla me
acerqué a ella y comencé a besar su brazo.
Ella sonrió y mordió sus labios. Fui un poco más
atrevido y subí mi boca por su hombro para luego bajar hasta su pecho —¡Peter
no hagas eso, es tu prima!
—¿Rochi? —dije sin poder creerlo. Tomé el celular
de Lali y lo puse en alta voz.
—¡Estás con Peter! ¿Cómo que estás con Peter? ¿Qué
hace él ahí? —escuché como preguntaba sin poder creerlo.
—Primero quieres tirar a mi Lali a los brazos de
otro y ahora arruinas un momento extremadamente caliente, ¿Qué más vas a hacer
primita? —le pregunté.
—¡Oh, eres un asqueroso! ¡No quería saber
aquello!—se quejó.
—No seas malo con tu prima —la defendió Lali —¿Qué
pasó Rochi?
—¿Cómo que pasó? Por si no te has dado cuenta ya
son más de las 11 de la mañana y tú aun no estás en la Universidad… pero ya
entiendo porque —dijo la rubia.
—Me parece perfecto que lo entiendas… bueno
adiós—dije e intenté colgar, pero Lali tomó el celular y se puso de pie dándome
la espalda.
—Creo que ya no vale la pena ir por unas pocas
horas —dijo ella y me miró de costado, aun mostrándome su cuerpo desnudo, solo
de atrás.
—¿Pasaron la noche juntos? —preguntó Rochi.
—Una larga y lujuriosa noche —le dije fuerte para
que me escuchara.
—¡Pervertido! —me chilló mi prima. Lali tomó su
ropa interior y se la colocó rápidamente.
Maldije para mis adentros al saber
que la cosa ya se había acabado… por ahora.
—Rochi, más tarde te llamo ¿si? —dijo ella.
—¿Vas a cambiarme por él? —le preguntó sin poder
creerlo.
—No, no te estoy cambiando por tu primo…
—Sí, sí lo está haciendo —dije mientras me
recostaba en la cama y colocaba mis brazos detrás de mi cabeza.
—Bueno, no importa —habló Rochi y ambos escuchamos como
reía levemente —Me alegro que se hayan dado cuenta de que tienen que estar
juntos… me alegro que lo hayan entendido de una vez, en vez de estar como perro
y gato peleando y reclamándose cosas.
—En eso estoy completamente de acuerdo primita —le
dije.
ay te extrañe!!!!! a ti y a la nove!!!! Son tan lindos cuando quieren, y que bueno que lo vayan a intentar
ResponderEliminar@ROCHI16TA
Quiero Mas Nove Me Encanta *-*
ResponderEliminarAtte:@yeni_rulo
mas nove
ResponderEliminarotroo
ResponderEliminarmas nove xfas
ResponderEliminarU
ResponderEliminarB
ResponderEliminarA
ResponderEliminarN
ResponderEliminarO
ResponderEliminarV
ResponderEliminarE
ResponderEliminar:D
ResponderEliminarMASSSSSS
ResponderEliminar++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
ResponderEliminarrochi tenia que cortar el mambo
ResponderEliminarmas mas mas mas
ResponderEliminarnove nove nove nove
ResponderEliminarme encanta la nove
ResponderEliminarseguila
ResponderEliminaradore el cap :)
ResponderEliminar+
ResponderEliminar++
+++
++++
+++++
ResponderEliminar++++++
+++++++
mas nove
ResponderEliminarnovela
ResponderEliminar