—Ya sé de donde heredé la manía de
embriagarme y terminar haciendo cosas malas con personas que vienen con música
a las 2 de la mañana a mi casa —me dijo. La miré extrañado.
— ¿A qué te refieres mi vida? —le dije sin
entender del todo.
—Me refiero a que mi madre y mi padre
estuvieron todo el sábado y casi todo el domingo bebiendo champaña y haciendo
cosas indebidas en un cuarto de hotel.
Una semana pasó más que volando para mí. Pude
ver el cambio que se había provocado en mi vida. Y aun estoy sin poder creerlo.
Encontré a mi madre, tengo una hermana,
descubrí más cosas sobre mi padre, le dije a otro hombre que lo quería como a
mi padre.
Acepté que amo a alguien, le dije que la
amaba, ella me lo dijo a mí. Me presenté frente a mis suegros. Ellos terminaron
volviendo a su amor.
Gastón y Rochi oficializaron y ahora todos
somos parejas. Nicolás y Euge tuvieron su primera pelea y estuvieron unos días
distanciados pero luego se arreglaron con un poco de cursilería.
Y que decir de Lali y yo. Nunca pensé que una
relación podía ser tan linda, tan liberal y tan placentera. Ella es fantástica.
Una compañera ideal, una amiga que me escucha, que me entiende, que está ahí y
no me deja solo.
Mariano no volvió a aparecer. No sé nada de
él desde la última vez que estuvo en casa.
Tampoco es que me interesa saberlo.
— ¿En qué piensas? —me preguntó ella
sentándose en mi regazo.
—Estaba pensando en ti —le dije y coloqué mis
brazos alrededor de su cintura.
Sonrió y se acercó a mí para acariciar mi nariz
con la suya.
—Te extrañe en Historia Universal —me dijo.
— ¿A si? —dije cerrando los ojos mientras
sentía su cercanía.
—Mucho —susurró.
Estábamos en la hora del almuerzo en la
Universidad y hace dos clases que no nos vemos ya que tenemos algunas clases
distintas.
— ¿Puede ser que haya un momento del día en
el que no los encontremos juntos? —escuchamos que Gastón hablaba. Lali sonrió,
me besó cortamente, y se giró a verlo.
—¿Qué pasa Gastón? ¿Estás celoso de que ahora
Lanzani solo piensa en mí? —le preguntó ella.
—Mírala a la niña —dijo Nicolás mientras se
sentaba — ¿Ahora eres chistosita como tu novio?
—Un poco —dijo ella.
—Por su culpa ahora Peter no nos da ni la
hora—Gastón le dijo al pelado mientras también se sentaba.
—Pues a mí me da mucho más que eso —le dijo
Lali. Reí por lo bajo al ver el rostro de mis amigos.
—Por dios, ya la ha pervertido completamente
—dijo Nico sin poder creerlo.
—Pobre Lali, pobre Lali —dijo Gas negando con
la cabeza levemente.
—Ya, ya —les dije a ambos —Ella solo está
bromeando con ustedes par de tontos.
—Eres un mal novio. Mira lo que le has hecho
a la pobre —me acusó Nico.
—Es cierto… ella ya no es la misma de antes.
Todo es tu culpa – me dijo Gas.
—Deberíamos de decirles a las chicas —dijo el
pelado.
Rochi y Euge llegaron a la mesa y se sentaron
al lado de sus respectivos novios.
— ¿Qué hacían? —preguntó Euge.
—Escuchábamos las barbaridades que Lali ha
aprendido de Peter —le dijo Nico.
— ¿Acaso ustedes creen que Lali lo aprendió
de Peter? No, están equivocados. Ella siempre fue así. Lo que pasa es que ahora
tiene a alguien que la estimula un poco más —dijo Rochi.
—Oye —se quejó Lali.
Todos reímos y almorzamos entre risas y
anécdotas. Sentí la mirada de alguien sobre mí. Giré mi cabeza para ver y era
María la que nos miraba.
Sonrió como si supiera que algo pasaría. Les
dijo algo a sus amigas y todas rieron.
Negué con la cabeza y dejé de mirarla.
—Mi amor, ¿vamos a caminar un poco? —le dije.
Ella me miró y se puso de pie.
—Vamos —dijo y me dio la mano. La tomé y me
puse de pie.
—Luego nos vemos, chicos —les dije a todos.
Ellos asintieron entonces salimos de allí.
Entrelacé mi mano con la de Lali. Ella me
miró. Caminamos en silencio hasta el jardín de la Universidad. Nos acercamos al
viejo árbol y nos sentamos bajo él. Lali se sentó entre mis piernas y apoyó su
espalda contra mi pecho. Comenzó a jugar con una hoja verde que había en el
pasto.
—¿Qué pasa mi amor? —me preguntó.
—Nada, solo quería estar a solas contigo —le
dije y acaricié su cabello con mi nariz.
Respiré profundamente su perfume para tener
ese olor grabado en mi cabeza. Ella se alejó de mi pecho y giró para acomodarse
de frente a mí.
—Te conozco, Peter. Algo te preocupa —dijo.
Sonreí y me acerqué a su boca para besarla
suavemente.
—Te aseguro que no es nada —dije.
Ella asintió y me miró fijo a los ojos.
— ¿Estás seguro?
—Completamente.
—Bueno, voy a creerte —dijo y me volvió a besar—
¿Has llamado a Hope?
—Sí, hablé con ella ayer —le conté.
— ¿Y como esta? —me preguntó con una leve
sonrisa.
—No dejo de hablarme de ese tal Billy —dije
apretando los dientes.
—Es normal que tu hermana hable de eso —me
aseguró—Es una niña y este Billy debe ser su primer amor.
—¿De que amor me hablas, amor? —dije sin
poder creerlo —Tiene 5 años, no sabe nada del amor.
—No subestimes a los niños, te aseguro que
saben más de amor que nosotros los grandes.
—Pues no tiene mi permiso para andar
aprendiendo del amor, ni nada de esas. Esa niña primero va a aprender a lavarse
los calzones por si sola y luego podrá tener novio. Ni siquiera novio, solo un
amigo con derecho a un simple beso.
—Eres tan celoso —me dijo.
—Hablé con mamá, y dice que quiere que este
fin de semana vayamos a pasarlo allí al campo con ellos. Que tienen algunos
cuartos de sobra —le conté. Ella sonrió.
—Eso sería genial —dijo asintiendo levemente.
La miré bien, ahora ella es la que está
extraña.
—¿Qué pasa, mi amor? —le preguntó.
—¿Eh? —dijo ella saliendo de sus
pensamientos.
—¿Qué te pasa?
—No, nada… ¿Por qué? —dijo.
—Estás rara, Lali… desde ayer estas rara
—dije al recordar aquello.
Estábamos mirando la tele y de repente vio la
fecha y se puso de pie. Comenzó a caminar por el pasillo y luego volvió a
sentarse. Lo dejé pasar porque no pensé que era algo… malo.
—No… nada, nada.
—Ahora soy yo el que va a decir esto, te
conozco Lali, algo te pasa.
Me miró fijo a los ojos y mordió su labio
inferior.
—Hay algo que tengo que decirte…
La miré extrañado y pude notar el nerviosismo
en su voz. Me acomodé mejor y la miré.
—¿Qué pasó? —le pregunté.
—Prométeme que no te vas a poner ni
paranoico, ni como loco, ni nada de eso —me dijo.
—Si no me dices que es lo que pasa entonces
no voy a saber cómo reaccionar —le dije ya un poco más nervioso.
—No es para alarmarnos, Peter. Bueno quizás
sí, pero no… no lo sé —dijo ya nerviosa.
—Dime —le exigí que me hablara de una buena
vez.
—No es fácil de decirlo —aseguró mientras
respirabas profundamente.
—Mi amor, me estas asustando. Por favor,
¿puedes hablar de una vez? —le dije.
Ella asintió y me miró a los ojos. Sus ojos
acumularon lágrimas y pude sentir como su pulso se aceleraba.
—Bueno, tú sabes que nosotras las mujeres
tenemos nuestros días ¿cierto?
—Sí, se ponen intolerables —le dije sin
entender por qué me hablaba de eso.
—Ya —dijo y asintió —Hay veces en las que hay
un problema o algo así y esos días tardan en llegar.
—No sé a dónde quieres llegar con esto, Lali.
Me estas poniendo nervioso, cariño. Ve al grano por el amor de…
—Tengo un atraso —dijo interrumpiéndome.
La miré bien tratando de entender las
palabras que acababa de decirme. Sentí que se me secaba la garganta. El aire
comenzó a agitarse en mi pecho. Miré los ojos de Lali… ella no estaba bromeando
ni nada por el estilo.
—¿Qué? —musité.
Ay un bebe laliter!! Mas
ResponderEliminarSubi mas :(
ResponderEliminarOtro otro :-|
ResponderEliminarVen eso pasa xq peter es muy activo y lali no se queda atras. Dale subi otro mas
ResponderEliminarMas mas mas masss!!
ResponderEliminarSon re tierno . Bebe laliter subi mas
ResponderEliminarEspero q no este embarazada mas adelante recien estan empezando subi otro mas!!!
ResponderEliminarBebé laliter!!! te juro que si la deja o le dice que lo hizo para atraparlo o algo así, te lleno el blog de comentarios insultandolo!!!
ResponderEliminar@ROCHI16TA
Totalmente De Acuerdo Con Tigo Rocio Jaja
EliminarBy: Danae
:O Me quede en chan!..jajjaa..Muy buen capitulo!.. Me encantó!. Espero que Peter se lo tome bien!..
ResponderEliminarJenni!
Bebe laliter, ojala llegue y que maria no le haga naa
ResponderEliminarMe encantooo
Besos!
@sofi_blog
mas nove
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